Top Secret, 27 de octubre de 2017

Sin bandera

Sin bandera
La Liga de Fútbol Profesional ha prohibido que la bandera canaria mal llamada tricolor (tiene cuatro colores) de las siete estrellas verdes (he aquí el cuarto) sea exhibida en los campos de fútbol.  ¿Cómo se puede burlar esta ridícula prohibición? La Liga de Fútbol Profesional (LFP) tira de la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. Y considera a esa bandera que acaba de cumplir 53 años, como de una clara connotación política. Efectivamente la bandera de las siete estrellas verdes tiene un claro origen político. Fue el Movimiento para la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC) quien la creó en 1964 a partir de otra que ya existía desde hacía tres años atribuida a María del Carmen Sarmiento, Jesús Cantero y Arturo Cantero, del Movimiento Canarias Libre. Y fue izada por primera vez en Teror en el marco de las Fiestas del Pino. El MPAIAC lo que hizo fue suavizar la tonalidad del azul central para que destacaran mejor las siete estrellas verdes que, como se sabe, representan las siete islas Canarias y se colocan en círculo para demostrar la igualdad entre todas. De hecho es en el único lugar donde hay igualdad entre las islas.
 
¿Política o no?
Pese a que su origen no deja lugar a ningún tipo de dudas, con el tiempo esta bandera ha ido perdiendo peso político para ganarlo en popularidad. Actualmente no hay manifestación cultural, deportiva o 'fiestera' que no cuenta con decenas de banderas de las estrellas verdes. Y lo raro es ver cualquier acontecimiento de los citados repleto de la oficial: tricolor con el escudo y los perritos. De hecho esta es, si es que es, minoritaria: o se exhibe la de las estrellas o sin símbolo alguno. Pero la oficial, en los despachos, en el Estatuto de Autonomía y o apestando a naftalina en los armarios de la derecha política canaria. Puede, y sólo puede, que la cuestión catalana haya provocado sarpullidos entre los engominados de Madrid. Y, en su chiripitifláutica estrategia, prohíban estos símbolos para no estar todo el día con el 155 para arriba y para abajo. Eso no quiere decir que no haya gente con sentimiento mini patrio. Sólo que no les dejarán mostrarlo.
 
La solución
Pero como en este Top Secret nos gusta criticar, claro (a quién no en este país), pero de vez en cuando ofrecer alguna solución, aquí va una para burlar la prohibición de los empanados de la LFP: ondear la 'tricolor'.... con ocho estrellas verdes. Ese paño no estaría vinculado a nada político independentista (surge ahora, en 2017) y haría honor a la nueva realidad geopolítica del Archipiélago al haberse reconocido a La Graciosa como la octava isla canaria. El único problema que se plantea, visto lo tiquismiquis que se están volviendo en la Meseta es que tendrían que contratar securitas para ir contando estrellas a cada bandera que intentara pasar los tornos de los estadios. Así que, ya saben, todo el mundo a adoptar la bandera canaria de las ocho estrellas verdes. Y si eso los nacionalistas que tanto cariño le tienen la llevan un día de estos al Parlamento y la aprueban como oficial, cooficial o lo que quieran ponerle, pues nos ahorramos un par de disgustos con leyes del tipo de la citada en el primer párrafo y, además, ofrecemos oportunidades de negocios a las tiendas de chinos. No se extrañen si ya las venden.

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