Top Secret, 14 de marzo de 2018

Temas olvidados

Temas olvidados
Somos así. De repente no hablamos de otra cosa hasta que llega un día que lo que parecían debates vitales desparecen de los medios y nunca más se supo. Sucedió con la independencia de la Autoridad Portuaria... y con un par de cosas más. Ayer este medio recordaba que la vehemente reclamación de la independencia de la Autoridad Portuaria por parte de la Cámara de Comercio y los agentes políticos, ha pasado a mejor vida por mor de otros objetivos que ya se narraron en la atinada crónica. Los fieles de este Top Secret recordarán lo que aquí les contamos de aquella visita a Madrid del senador por Lanzarote y del presidente del ente cameral de la que salieron con la promesa de los 23 millones que emputaron a Ibarra y la exigencia de bajar el labio con la independencia. Y como a sumisos no nos gana nadie, ya sea con Madrid, ya con Tenerife, enterramos la cuestión y hasta hoy. Eso sí: estamos advertidos para la próxima campaña electoral cuando, de nuevo, escuchemos berrear a unos y a otros sobre la trascendencia de tener una Autoridad Portuaria propia. En esta cuestión lo único que parece moverse es el sillón del presidente Luis Ibarra, pero no precisamente por remar únicamente hacia su querida Gran Canaria, sino como víctima colateral del vacilón que se traen los socialistas en el Parlamento canario con determinados nombramientos. Por cierto que, si esto es así, celebremos que el relevo de Ibarra no lo decide la Cámara regional, sino el hombre tengan por seguro que se jubila ahí.
 
La Cueva
Otro asunto que había desaparecido del debate es el pleito de la Cueva de los Verdes y la sentencia que obliga al Cabildo a pagar una millonada al legítimo propietario del lugar: el Ayuntamiento de Haría. Pese a esta cuestión nada menor, la bronca política desapareció del mapa, lo cual no es criticable (ni todo lo contrario). Lo malo es que con ella también se enterró el fondo de la cuestión... hasta que ayer, en Radio Lanzarote, el teniente de alcalde norteño, José Pérez Dorta (Somos), volvió a ponerla sobre la mesa, y de qué manera. “La buena fe tiene unas semanas más”, dijo el casi siempre flemático profesor. Y es que hace esfuerzos por creer que el alcalde, Marci Acuña (CC), no sabía nada de que la sentencia ya estaba en el Cabildo de Lanzarote, gobernado por compañeros suyos de partido. Pérez Dorta afea a la primera corporación de la isla no haber propiciado un encuentro con el consistorio norteño cuando recibieron la sentencia (en septiembre, dice que fue), y sostiene que el fallo se registró en Haría el pasado mes de febrero pero, al tiempo disculpa (de momento) a Acuña como consecuencia, probablemente, de los efectos balsámicos que produce estar en el gobierno.
 
El Aeropuerto
Y para cerrar el capítulo de “cosas de las que ya no se habla”, citaremos la petición realizada en su día para que el Aeropuerto conejero pasara a llamarse César Manrique. Huelga reiterar el por qué de esta petición. Ayer lo recordó el Partido Socialista en el Cabildo. Tras que Madrid pasara ampliamente de Lanzarote (otra vez), todos los ayuntamientos y el Cabildo aprobaron iniciativas de dirigirse al Estado para que financiara el cambio de nombre como ocurrió, sin ir más lejos con el de Barajas, cuando lo rebautizaron como Adolfo Suárez. El PP en el Gobierno utilizó la peregrina excusa, repetida mil veces por los suyos de aquí, faltaría más, de que pagaron el de los madriles porque lo pidió AENA, unos colegas, pero como nosotros somos extraños, que nos buscáramos la vida. El asunto amagó en bronca política hasta que la Fundación César Manrique pidió que dejaran de revolcarse en el barro arrastrando por él la memoria del artista. Hubo algún político, por cierto, que amagó con rebatir la petición de la Fundación. Cosas de la bebida esa que da alas, suponemos.

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