Top Secret, 21 de febrero de 2019

Tres más

Las inestabilidades en la política lanzaroteña continúan. Y a puñados. Este miércoles, tres concejales del mismo partido anunciaban que no piensan repetir y además, en un gesto que parece haberse puesto de moda, afirman que dejarán el acta próximamente. Siga leyendo...

Tres más

Las inestabilidades en la política lanzaroteña continúan. Y a puñados. Este miércoles, tres concejales del mismo partido anunciaban que no piensan repetir y además, en un gesto que parece haberse puesto de moda, afirman que dejarán el acta próximamente. Lo que ha ocurrido esta legislatura en Lanzarote no es ni medio normal. Raro ha sido el partido que no se haya visto sacudido por algún que otro seísmo interno que, en función de su magnitud, ha dejado más o menos heridos. Es hasta difícil elaborar un orden de prioridades catastróficas, si bien el Partido Socialista ha hecho bastantes méritos para ocupar el liderato. Precisemos, porque los partidos, como tales, ni hacen ni deshacen: padecen, en todo caso, las acciones de quienes los componen. Antes de que los tres de ayer, Mame Fernández, Érica Machín y Ramón Ortíz sorprendieran (a nadie) anunciando que rompen con Nueva Canarias y que próximamente entregarán el acta (en el próximo pleno, parece ser), muchos otros han sido protagonistas. Insistimos, sería complicadísimo recordarlos de tantos que han sido, pero haciendo un esfuerzo quizá lo consigamos. Empezando por el PSOE, ya que lo hemos citado, dos han sido las turbulencias por las que ha atravesado. Tras una de ellas el lobby de la peluquería se largó y creó un nuevo partido. En la otra, más reciente, las consecuencias todavía se están encubando, pero hay un señalado clamoroso: David Duarte. A ver qué hace porque se espera que abandone la Secretaría Local de Arrecife tras el papelón de las primarias y su surrealista política en el Ayuntamiento de Arrecife. Aunque ahí ya poco puede hacer salvo convertir la Policía Local en una murga y que actúe en el Parque Islas Canarias.

Los demás

El otro partido histórico a nivel estatal, el PP, ha tenido que lidiar con un Senador de ego subidito y liante como él solo al que tuvieron que poner en su sitio en la elección de candidatos a Arrecife, precisamente. De último parece más mansito porque, o se reengancha de meritorio en alguna lista, o repite al Senado (si le dejan) y la gente le vota, o tendrá que volver a su puesto de trabajo, cosa que por otra parte ya dijo que iba a hacer y que, para variar, tampoco está dispuesto a cumplir. De Podemos poco aportamos ya que ha sido de lo más reciente y llamativo. Un estampido que todavía resuena en las asambleas. El hombre sobre el que gravitó buena parte de la organización, Carlos Meca, abandona el partido. Junto a él, un buen puñado de inscritos que dejarán a las juntas más fuertes solas ante el peligro.  Y cerca de ese barrio “lo” de Somos. Partido partido tras su decisión de aliarse con Nueva Canarias para las próximas autonómicas. Estos, por su parte, han vivido otros episodios antes de la fuga del último trío.

Y los pequeños

El “nuevo” PIL se ha hecho más pequeño. San Borondón ha petado. Vecinos Unidos pisó una mina, el del Concorde y los vecinos de Óscar Pérez han desaparecido… y así hasta el infinito y más allá, que diría el otro. Tampoco Coalición se ha librado de más de una bronca interna, alguna tensión que otra a la hora de incorporar justamente a estos dos últimos citados y un par de codazos con la lista al Parlamento, y hasta Ciudadanos ha tenido que recoger cable con alguno de sus militantes que, o entendió mal de qué iba el partido, o pensó que “lo suyo” podría colar como si nada hubiera pasado. ¡Ah, la política y los políticos lanzaroteños! ¡Siempre pensando en el bien del pueblo y la estabilidad de las instituciones! Nunca antes como ahora. ¡Y fíjense la de “antes” que ha habido!

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