Vaya negocio

Vaya negocio

A estas alturas debe haber pocos conejeros que no tengan ya la mosca detrás de la oreja con Canal Gestión. Esa solución que se nos vendió como maravillosa y que está derivando en lo que vemos día a día. Sólo por recordar. Al segundo intento por privatizar el agua en Lanzarote, el anterior gobierno del Cabildo pidió empresas voluntarias que se hicieran cargo de la deuda de Inalsa, unos 50 millones, y que aportaran un mínimo de 15 más, en inversiones, si querían empezar el negocio del monopolio en la isla. Llegaron los de Canal de Isabel II, de Madrid, y dijeron 50 por la deuda y otros 50 en obras. Y aquel día en el que tan generosos se sintieron, Lanzarote les entregó lo más preciado que tenemos: el agua. Y así nos va. En seguida empezaron a comprar coches de tal manera que raro era si no te tropezabas de camino a casa con un par de coches de Canal Gestión, que así dieron en llamar los de Madrid a su juguetito en la isla. Y venga coches. Y, a continuación, les dio por maquear todos los depósitos que hay repartidos por la geografía insular. Pintaditos, arregladitos, y con una valla exterior para que quede claro dónde empieza lo suyo y dónde lo de todos.

Tuberías

Pero hubo más. A estas políticas de efecto, que unos buenos centenares de miles de euros les costarían, siguió otra no menos espectacular: la de llenar todas las rotondas de montañas de tuberías azules como haciendo ver que la tan ansiada renovación de la red de tuberías había llegado. Recuerden que en la isla se perdía el 50% del agua producida por el obsoleto estado de la red de distribución. Bien, pues tras kilómetros y kilómetros de efectistas tuberías azules, hoy hemos conseguido que sólo se pierda la mitad del agua que se produce. Entre tanto nos creímos, porque nos los vendieron como unos máquinas, que nunca más fallaría el agua y, aunque nunca los citaron, los agricultores y ganaderos iban a poder regar y dar de beber a los animales sin mayores complicaciones.

Cero

Pues ni una cosa, ni la otra ni la de más allá. Ni han conseguido atajar la pérdida de agua, ni el campo conejero puede apagar su sed y, las averías están a la orden del día. Como la que este jueves ha venido a llenar de indignación y mayor desasosiego si cabe a miles de ciudadanos que han visto cómo no salía ni una gota de los grifos. Y eso no es aislado. Sucede bastante a menudo. No sabríamos precisar si tanto como en los tiempos de Inalsa, pero desde luego sí que mucho más de lo que pensamos cuando el Cabildo nos presentó a estos figuras que piden más pasta al Consorcio para que no les pasen estas cosas de las averías. Y, claro, en el Consorcio, igual que en cada hogar, pensamos: ¿No iban estos a arreglar todo con su dinero? Que en realidad es el nuestro, pero ya nos entienden. Pues nada. Nos acercamos a una lucha cruenta entre dos que exigen: el Consorcio que hagan el favor de darnos un buen servicio, y Canal Gestión que hagamos el favor de darles más perras. Veremos. Por cierto, ánimo que ya falta un día menos para salir de esta.