Top Secret, 26 de marzo de 2018

Y Papagayo cerrado

Y Papagayo cerrado
En Lanzarote no se puede acampar. Ni ahora en Semana Santa ni en ninguna otra época del año... salvo que se haga en la zona habilitada en las playas de Papagayo. Pero este año va a ser que no. Miremos el lado positivo: una opción menos a la hora de decidir dónde vamos a echarnos a la bartola desde que pillemos tiempo libre, la mayoría, a partir del jueves. Que eso de elegir siempre trae discusiones familiares. No se han dado mayores explicaciones. Sólo que en verano volverá a estar disponible. Los tres meses que marca el calendario estival. Así que los amantes de disfrutar de su tiempo libre en pleno contacto con la naturaleza tendrán que esperar a ver si algún ayuntamiento permite alguna excepción en zonas del litoral o, en su defecto, manda a su Policía Local a escardar cebollinos en la otra punta del municipio. Ojos que no ven, corazón que no siente y tienda de campaña que te planto. Mira que llevamos años dándole vueltas al mismo tema y nada, que no nos acaba de salir una regulación para que los llamados campistas hagan en su tiempo de vacaciones lo que más les gusta: acampar. Que, fíjense, no es una actividad que acabe de descubrir el ser humano o una rareza de nosotros, los aburridos conejeros. Puede que incluso se haga en todas partes y puede que desde hace ya mucho tiempo. Pero mucho, mucho.
 
Playa Blanca y la Feria
La Feria de la Cabra y el Queso de Playa Blanca ha encontrado su lugar. Después de un paréntesis para repensar el evento, esta sexta edición ha sido la más exitosa, al decir de muchos de los participantes. El encuentro entre productores, público y restaurantes, más el añadido de multitud de empresas que han ido surgiendo para enriquecer el sector de la alimentación en Lanzarote (mermeladas, mojos, cervezas...) ha conseguido cerrar el círculo y hacer del evento una cita en la que miles de personas han concumido decenas de miles de tickets, muchos de ellos con un destino solidario. Esta vez la Asociación Creciendo Yaiza. Talleres de cocina y conciertos han completado un evento que se prolongó desde media tarde del sábado hasta primera hora de la tarde del domingo. Con la noche de descanso, naturalmente. Sin embargo a muchos vecinos de Playa Blanca se les ha hecho más largo. El inevitable corte de calles para permitir el montaje y garantizar la seguridad de la Feria ha provocado muchas incomodidades a turistas y residentes, más a estos por la coincidencia de actos.
 
Los cortes
La Feria, en resumen, ha sido un éxito. Pero para que eso sea posible es necesario un montaje previo y unas condiciones de seguridad exigidas, además, en la actual coyuntura internacional. Y una cosa y la otra llevan molestias aparejadas. Se han quejado los vecinos, y les ha dado voz San Borondón a través de su concejal en el sur, de que son muchos los días de antelación los que se hacen precisos para iniciar todo el montaje. Y puede que tenga que ser así. Pero si uno profundiza en las verdaderas razones del malestar encontramos que no son tanto en relación a la Feria del Queso y la Cabra, en sí, cuanto a la cantidad de eventos que se realizan en Playa Blanca y que tienen en la avenida su epicentro. Por recordar, en las últimas semanas: el triatlón y handbike, un encuentro de música rockabilly, amén de los carnavales y la feria este fin de semana. Mucho lío en muy poco tiempo para el mismo sitio donde se perjudican los mismos. Frente a esto, dicen algunos vecinos, caben dos soluciones: o se habilita un espacio digno para ello o se va variando el escenario en algún evento concreto, o se espacia lo que se pueda espaciar. Pues nada, a pensarlo porque lo que está claro es que se quiere la generación de economía que cualquiera de estos actos conlleva, pero no aguantar las molestias que trae tras de sí.

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