Opinión

19 años de educación ambiental a paso de hormiga

Rutas Escolares San Bartolome Encuentro 2019. Imágen:Alsolajero.com.
Rutas Escolares San Bartolome Encuentro 2019. Imágen:Alsolajero.com.
19 años de educación ambiental a paso de hormiga

Caminamos lentos pero seguros de nuestra labor, que no es otra que la divulgación ambiental, generando conciencia y sensibilidad con esta tierra isleña en la que vivimos.

Un camino emprendido en el año 2005 cuando comenzamos a realizar las investigaciones etnográficas y bibliográficas para poder interpretar las rutas en los municipios sureños de Tías y Yaiza.

Primero con el Taller de Empleo “Rehabilitación del paisaje natural de Los Ajaches” formando monitores de senderismo y rehabilitando las veredas del sur. A este proyecto, le siguieron otros Talleres de Empleo con objetivos similares de investigación y de formación ambiental y cultural: “Montaña Gaida”, “Tegoyo”, “Rutas agroturísticas”.

Una senda profesional y personal que nos ha llevado a entrevistar a muchísimas personas e investigar una extensa bibliografía científica y pedagógica sobre nuestro patrimonio ambiental y cultural, desde el sur hasta el norte insular, desde Los Ajaches, hasta El Raso.

Hemos dialogado con muchas personas que nos indicaron caminos y veredas por los que se iba a uno u otro lugar, nos hablaron de toponimia, de familias propietarias de fincas, de localizaciones de fuentes, de aljibes, de actividades y formas de vida.

Muchas de estas personas ya no se encuentran entre nosotros, pero eran valiosísimos libros abiertos del pasado, sabios, a los que escuchamos con atención y cariño, por su sabiduría de la propia vida; licenciados y doctores de la tierra.

Muchos se convirtieron en grandes amigos con los que compartíamos tertulias sobre el campo, poesía o deportes. Tras las entrevistas y lecturas, analizamos y escogimos parte de la información para divulgarla con nuestra población insular desde los chinijos a los adultos.

Tematizamos las rutas a lo largo de toda la geografía por su contenido histórico, ambiental o cultural. Llevamos la premisa de quien no conoce, no valora y por tanto no protege. Por eso, nos embarcamos en un sentido claro, la protección del medio natural y cultural desde la puesta en valor del propio medio que nos rodea a nivel social, concienciación y compromiso con la comunidad.

Queremos que gran parte de las personas de la isla sepan, por ejemplo, cuáles son las plantas endémicas y cuál es su valor, cuáles son las especies de fauna únicas y su valor, sus amenazas, sus peligros. Que conozcan la arquitectura tradicional de las casas, el valor de nuestros aljibes, de las fuentes, maretas, volcanes, diques, bombas volcánicas, historias personales, etc.

Conocer los elementos vivos, geológicos, patrimoniales o culturales que vale la pena conservar entre nosotros para las generaciones venideras. Durante las rutas interpretadas muchas personas aportan sus conocimientos y otras conocen algo que no sabían, se da un trasvase de información entre unos y otros, que a todos nos enriquece.

En las rutas se muestra “in situ” la fragilidad de nuestro territorio volcánico, de piel vieja en unas zonas y de piel joven en otras. Todo esto nos lleva a ahondar en los procesos de comprensión de la geología, la erosión, la colonización biótica, etc.

 Otro de los aspectos importantes es el análisis de nuestro pasado histórico desde nuestros indígenas hasta hace unas décadas, cómo vivieron, cómo obtenían el agua, la comida, qué plantaban, la pesca, la cal, la sal, etc.

Hablamos también de actualidad, de desalación, de quema de combustibles fósiles, de la calima, de la escasa lluvia, de sobrepoblación, etc.

Este amplio proceso de rutas interpretadas que nos trae desde el 2005 hasta el 2024, donde cada uno podrá opinar hacia un lado o hacia el otro, pero con el criterio de conocer un poco mejor, su tierra. Quizás no sea un proceso educativo, sino un proceso de muestra genérica del lugar donde vivimos.

Buscando motivar, hacer pensar y preguntarnos ¿de dónde venimos? ¿hacia dónde vamos? Conocer el pasado, pensar e intervenir el presente; un presente que nos guíe a un futuro donde tengamos isla, tengamos gente, gente con identidad, tengamos una comunidad lo más equilibrada posible con el entorno y con nosotros mismos. Pero para eso hace falta gestión con amor a la tierra y a la comunidad. Conocer y amar la tierra nos ayuda a respetarla más.

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