Opinión

Callejones sin salida

Cara a cara electoral entre Sánchez y Feijóo.
Cara a cara electoral entre Sánchez y Feijóo.

El escenario político que dejaron las elecciones generales celebradas el 23 de julio no puede ser más endemoniado. Tanto el Partido Popular, ganador de las elecciones, como el Partido Socialista y todos los socios que le han acompañado desde la moción de censura a Mariano Rajoy, eso sí, por diferentes motivos, tienen muy difícil articular una mayoría parlamentaria que le dé soporte estable a un nuevo Ejecutivo.

Alberto Nuñez Feijóo ganó las elecciones, pero es prácticamente inviable que pueda gobernar. Descartando la posibilidad de que los socialistas le faciliten la llegada a la Moncloa con una abstención o que pueda haber un gran acuerdo PP-PSOE, absolutamente utópico  ahora mismo dadas las inexistentes y tensas relaciones entre los dos grandes partido de Estado, Feijóo solo puede estar en condiciones de alcanzar la mayoría absoluta si previamente cuenta con el apoyo de Vox; como es público y notorio, el apoyo de los de Abascal hace inviable la suma de otras fuerzas políticas que son necesarias para alcanzar el apoyo de 176 diputados.

El Estado debe actualmente unos 1.535.262 millones 

Aparentemente, Pedro Sánchez lo tiene menos complicado. Bastaría con repetir los apoyos que le han venido acompañando desde la moción de censura. Los apoyos de los que han venido siendo los compañeros de viaje de Sánchez no serán un cheque en blanco. Las reivindicaciones económicas, fiscales y políticas estarán en la mesa de negociación con parte de los partidos de los que hoy forman Sumar, como Podemos, además de Junts, Bloque Nacionalista Gallego, Partido Nacionalista Vasco, EH Bildu o Coalición Canaria.

Desde el punto de vista económico y fiscal, la capacidad de maniobra del nuevo Gobierno va a estar muy limitada. En el horizonte se divisa un escenario de ajustes económicos en toda la Unión Europea.   

La política económica que marca Alemania suele ser una avanzadilla de lo que va a ocurrir en el seno de la Unión Europea. El proyecto de Presupuestos para el año 2014 que ha aprobado el Consejo de Ministros de Alemania reduce drásticamente el gasto público. Todos los departamentos, excepto el de Defensa por el apoyo a Ucrania, ven reducido el gasto en un 6,8%. Como referencia, la deuda pública de Alemania alcanza el 59,8% de su PIB. En el caso de España, el Estado debe actualmente unos 1.535.262 millones de euros. Esta cifra supone que la deuda se elevó por encima del 112,8% de su PIB.

Tampoco tendrá Sánchez mucha capacidad de maniobra

Por lo tanto, las perspectivas económicas en Europa y en España hacen muy difícil poder llegar a acuerdos que satisfagan los objetivos de los que han sido los soportes de Sánchez.

La línea de diálogo entre Pedro Sánchez y María Jesús Montero con los representantes de los partidos independentistas, nacionalistas y otras organizaciones territoriales, para el pago de la deuda a comunidades autónomas como Cataluña, será complicada; no por falta de voluntad política, sino por ajuste económico que se avecina. De la misma manera, un nuevo sistema de financiación pensado también para ganarse el apoyo catalán será inviable a corto plazo porque el Estado no tendrá capacidad para seguir acumulando deuda.

En el plano político, tampoco tendrá Sánchez mucha capacidad de maniobra. Atrapado en la jaula de más de una veintena de partidos necesarios para garantizarse una mayoría, con la Cámara que representa a todos los territorios del Estado, el Senado, controlado por una mayoría absoluta del PP y gobernando o co-gobernando en Galicia, Cantabria, La Rioja, Aragón, Baleares, Valencia, Murcia, Andalucía, Madrid, Castilla León, Extremadura, Canarias y las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, la capacidad para contentar las exigencias de catalanes, vascos y otros partidos territoriales es prácticamente nula

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