Opinión

Canarias 2037

Gente en un mitin
Gente en un mitin

El Instituto Nacional de Estadística acaba de publicar unos interesantes datos sobre la proyección de los crecimientos poblacionales en España para los próximos quince año. En lo que se refiere a Canarias, el INE concluye que su población crecerá por encima del 15% -unos 350.000 habitantes más- y se situará con un total de 2.600.000 habitantes. 

Euskadi tiene una superficie y una población similar a la que tiene nuestro Archipiélago; el Instituto Nacional de Estadística proyecta que la población vasca crecerá  alrededor del 1,9% y sumará un total de 2.200.000 habitantes. 

Es importante recordar que hace poco más de quince años -1996- la población vasca era de 2.000.000 de habitantes y la canaria apenas llegaba a 1.600.000. En unos 30 años  (1996-2037) la población en Euskadi habrá crecido unos 200.000 habitantes, mientras que la de las Islas se habrá incrementado en el mismo periodo de tiempo en 1.000.000.

Increíble, pero esos son los datos. Los 350.000 habitantes más que el INE vaticina que tendrá Canarias en los próximos quince años, equivalen a casi la población que suman actualmente Lanzarote, Fuerteventura, La Palma, La Gomera, El Hierro y la Graciosa; era la población que tenía todo el Archipiélago en el año 1900; equivalen a 70.000 coches cargados con cinco pasajeros cada uno o, por sólo dejar algunos ejemplos, tendríamos que utilizar unos 5.000 aviones para poder transportarlos.

Con los datos que nos presenta el INE tendríamos que preguntarnos si las islas pueden seguir soportando unos crecimientos tan desproporcionados de la población que las habita, sin poner en riesgo la calidad de vida y las oportunidades para los que aquí vivimos.

Los datos estadísticos que nos presenta el INE son contundentes; a ellos habría que agregar otros datos menos científicos, sin duda, pero cargados de realismo y que forman parte de nuestras vivencias cotidianas. Un simple recorrido visual por las Islas nos hace ver la transformación espectacular que está sufriendo la morfología de nuestro territorio y el empobrecimiento que ello significa para el paisaje, uno de los grandes valores que sirve de soporte al turismo, pilar de nuestra economía; la fragilidad de nuestro territorio no puede soportar todas las carreteras que serían necesarias para soportar una carga de vehículos capaz de dar servicio a unos crecimientos de la población absolutamente desproporcionados; a las colas actuales -especialmente en Tenerife y en Gran Canaria- se sumarían en estos próximos 15 años alrededor de 200.000 nuevos vehículos que amenazarían con colapsar la movilidad en alguna de ellas; las administraciones públicas no tienen capacidad para planificar y ejecutar las infraestructuras capaces de responder a esos crecimientos; nuestros servicios públicos sanitarios, educativos, sociosanitarios o habitacionales -ya desbordados- terminarían por desplomarse.

Lamentablemente, al calor de unos datos tan contundentes como los publicados por el Instituto Nacional de Estadística se producen pequeños escarceos dialécticos desde la política y de los representantes empresariales y sindicales. De nuestras Universidades, nada de nada. En los medios, el tema se evapora rápidamente. En el Parlamento de Canarias, nadie presta ni la más mínima atención.

Probablemente, este es el reto estratégico más importante que tiene Canarias de cara al futuro de nuestras nuevas generaciones; ¿lo asumirá con claridad en sus programas electorales algún partido político en las cercanas elecciones autonómicas del mes mayo?. Sería deseable que fuera por convicción, no por oportunismo.
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