Opinión

Canarias necesita un gran acuerdo sobre inmigración

Canarias necesita un gran acuerdo sobre inmigración

La situación de la migración en Canarias amenaza con quebrar la tradicional paz social de la que siempre han gozado las Islas, y está dañando además la imagen de un pueblo que siempre ha atesorado valores como la solidaridad, la humildad, la tolerancia y nuestra capacidad para integrar a quienes decidan hacer su vida en el Archipiélago procedentes de distintos lugares y culturas. Demostrando una irresponsabilidad mayúscula, las decisiones que está tomando el Gobierno de España —así como las circunstancias derivadas de la pandemia que nos azota— están propiciando una olla a presión que amenaza con estallar si no se reconducen las cosas, liberando y quitándole presión a la sociedad.

La reciente intervención del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en el Congreso de los Diputados, en respuesta a preguntas del PP y de Vox, no aportó ninguna claridad ni transparencia a los hipotéticos traslados clandestinos de migrantes a la Península; lejos de esto, incrementó el desconcierto sobre la política migratoria que está llevando a cabo Gobierno del Estado. Coincidiendo con la intervención de Marlaska, ese mismo día —en el programa de Carlos Herrera, en COPE— el ministro de Migraciones, José Luís Escrivá, sobrecargado de soberbia y  prepotencia reafirmaba la posición que ya había expresado en su última visita al Archipiélago, dejando claro que el plan del Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez pasa por confinar a los migrantes en las islas. Saldrán de los hoteles en los que están acogidos y ocuparán los espacios que se están habilitando en centros militares, pero seguirán en las Islas.

Los episodios se han acumulado. La reacción de los ministros del Gobierno de España ante las advertencias del presidente del Cabildo de Gran Canaria, alertando sobre el encarcelamiento en las Islas de los migrantes que llegan a través del mar así como sobre las denuncias públicas por diversos incidentes que han tenido lugar, ha sido la de reincidir en el error de desentenderse del clima hostil que se está fraguando en las Islas.

La sensatez, la prudencia y la mesura ha venido de la mano de Unidas Podemos Canarias. Aunque son socios y parte de los gobiernos de España y Canarias, Unidas Podemos Canarias ha tenido la valentía de fijar con claridad y rotundidad su posición sobre la política migratoria del Gobierno de Sánchez en relación con Canarias. En un comunicado difundido el pasado martes, Unidas Podemos Canarias denunció el “bloqueo” del Gobierno de España en materia migratoria, tildando de “inadmisible” que al ministro Marlaska “le preocupe más la opinión de Bruselas que lel respeto a los derechos humanos en las Islas”. Además, exigen que las personas migrantes “actualmente retenidas en las Islas contra su voluntad” puedan continuar su viaje a través de corredores seguros hasta los países europeos donde tienen vínculos familiares y oportunidades de futuro. Podemos Canarias recuerda a Marlaska que durante los últimos meses ha formulado diversas propuestas en el Congreso pidiendo, sin éxito ni respuesta,  la derivación de las personas migrantes a los recursos alojativos que el Estado tiene en la Península. No se queda ahí la formación morada. Unidas Podemos ha denunciado que está tensándose la convivencia pacífica y democrática en el Archipiélago porque —afirman— las personas retenidas en las Islas contra su voluntad viven en Canarias como en una cárcel que les ha despojado de sus derechos básicos y les obliga a la miseria y la mendicidad. Cierran el comunicado advirtiendo que la desazón y la incertidumbre que genera la crisis sanitaria, económica y social que estamos sufriendo complican aún más la situación, o qué decir de las manifestaciones de odio, racismo y xenofobia que estamos viviendo en los barrios de las Islas.

No es un elemento menor que Unidas Podemos Canarias, con responsabilidades en los gobiernos de España y Canarias, denuncie el encarcelamiento al que son sometidos en el Archipiélago los migrantes ,y exige derivaciones a la Península y a Europa. Es, sin duda, un buen punto de partida para que, con esas bases, alguien lidere un gran acuerdo político-social en Canarias que se haga respetar en Madrid en defensa de los intereses de la gente que vive aquí.

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