Opinión

La china en el zapato

Sánchez y Feijóo.
Sánchez y Feijóo.

Después de una larguísima campaña electoral, entramos en la recta final de cara al domingo 23 de julio —campaña interminable si tenemos en cuenta el periodo que precedió a las elecciones locales y autonómicas del pasado 28 de mayo—. Con la decisión adoptada inmediatamente por Pedro Sánchez, esa misma noche, de disolver las Cortes Generales y convocar la cita para las generales para el domingo 23 de julio, vamos a acumular  más de seis meses de pura campaña electoral.

Tanto Pedro Sánchez como Alberto Núñez Feijóo han ido ajustando sus estrategias y mensajes con el objetivo de ir pescando apoyos y votos en la amplia franja que aún ocupan los indecisos. Los malos resultados cosechados el 28 de mayo por los socialistas han obligado a su secretario general. Pedro Sánchez, a un cambio de estrategia que le permitiera recuperar parte de la credibilidad perdida. Los mítines y encuentros con militantes de su partido los ha cambiado con entrevistas en los programas de más audiencia de todos los medios de comunicación. Como se suele decir está echando el resto. El repunte en las encuestas es gasolina para estas próximas dos semanas.

Núñez Feijóo se siente ganador

Por su parte, Núñez Feijóo se siente ganador el próximo día 23 de julio. Los gobiernos en Madrid, Galicia, Cantabria, Aragón, Castilla-León, Valencia, Baleares, Murcia, Extremadura, La Rioja, Murcia, Andalucía, y Canarias (en coalición con Coalición Canaria), además de Ceuta y Melilla lo colocan en una privilegiada posición de partida. La dependencia de los populares de Vox en muchas comunidades autonómas y en ayuntamientos no está rompiendo la campaña electoral; es más, no esconden que sí les necesitan buscarán acuerdos.

Las opciones para formar el próximo Gobierno de España, salvo sorpresas, parecen estar muy definidas. Sí el PP alcanza los 176 escaños con Vox tendremos un gobierno de coalición liderado por Feijóo y Abascal. En otro escenario, un amplio triunfo del PP que le permita sumar los 176  puestos en el Congreso de los Diputados con el PNV y otras fuerzas territoriales no separatistas dejaría a los de Abascal fuera de la ecuación. Las opciones del PSOE pasan por alcanzar una mayoría absoluta con Sumar y el resto de las fuerzas territoriales con representación parlamentaria. El reto es complejo, pero no imposible.

Las matemáticas se impondrán al idealismo

El acuerdo de gobierno que se alcance a nivel del Estado puede ser un pegamento para el nuevo Gobierno de Canarias que comparten Coalición Canaria y los populares, con el apoyo de herreños y gomeros, o una china en el zapato que irá levantando ampollas en el tiempo.

Evidentemente, un gobierno español liderado por Alberto Nuñez Feijóo es una válvula de seguridad para el Gobierno de Canarias que se constituirá en días. Por contra, una continuación en la Moncloa de Pedro Sánchez iría poniendo en jaque el pacto que lideran Coalición Canaria y PP en las Islas. La presión de algunos sectores económicos iría minando poco a poco el acuerdo de gobierno alcanzado en nuestro Archipiélago.

No obstante, la mayor garantía para Canarias y su Gobierno es que los votos canarios sean decisivos para conformar una mayoría de gobierno en Madrid, bien sea en la fórmula apuntada de PP con el apoyo del PNV y otros o en la que pudiera liderar el PSOE con el apoyo de Sumar y otras fuerzas territoriales. Al final, las matemáticas se impondrán al idealismo.

Comentarios