Opinión

Coalición por Canarias

En febrero de 1993 cinco formaciones políticas autóctonas que priorizaban la defensa de los intereses de Canarias, con centro de toma de decisiones aquí, se unieron en una coalición de partidos que dieron origen a Coalición Canaria. Con los claros y oscuros con los que se suele juzgar la acción de gobierno y toma de decisiones de cualquier partido político, la etapa en la que la coalición de partidos canarios lideró la mayoría de las Instituciones de las Islas e influyó en la política estatal ha sido la de mayor progreso de toda nuestra Historia.

Los entonces dirigentes de las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC), Izquierda Nacionalista Canaria (INC), Asamblea Majorera (AM), Partido Nacionalista Canario (PNC) y Centro Canario Independiente (CCI) contribuyeron con su generosidad a que Canarias ganara protagonismo y respeto en la política española.

Coalición Canaria pilotó el reforzamiento de nuestro marco competencial, la actualización de nuestro Régimen Económico y Social; el status especial en Europa, los convenios de carreteras e infraestructuras hidráulicas, turísticas y educativas,  el plan integral de empleo, el control público del transporte aéreo y marítimo, las bonificaciones a los billetes de avión y del barco, las bonificaciones al transporte de mercancías o el espectacular salto que ha dado en el Archipiélago la educación y la sanidad.

Especialmente por los muchos errores propios cometidos, sumados a los forzados por sectores del poder españolista anclado en las islas, que siempre han observado con poca empatía al nacionalismo canario, Coalición Canaria y los partidos que la impulsaron han ido perdiendo peso e influencia y corre serios riesgos de ser superada por los dos grandes partidos estatales.

En el año 1993 el acuerdo alcanzado por todos los partidos de obediencia canaria propició el primer gobierno nacionalista de la Historia de nuestro Archipiélago y colocó en Madrid a cuatro diputados y seis senadores de obediencia canaria. El autogobierno y el poder de influencia en Madrid -a la altura de vascos y catalanes- era una realidad. Autogobierno e influencia en Madrid quedaron refrendados en la elecciones autonómicas del 95 y en las generales del 96 en las que la coalición cosechó magníficos resultados.

¿Una Coalición por Canarias?. Objetivamente, en unos momentos en los que vascos y catalanes han vuelto a ganar influencia en la política estatal Canarias la ha ido perdiendo. A la permanente reivindicación y defensa de nuestros hechos diferenciales se unen nuevas circunstancias que exigen un gran compromiso con y por Canarias.

El impulso a las relaciones con nuestro entorno geográfico, la delimitación de nuestras aguas con respecto a nuestros vecinos, el reconocimiento al Mar de Canarias, las transferencias pendientes, el fenómeno migratorio, la financiación, la continuada defensa que requiere nuestro Régimen Económico diferenciado, el impulso de medidas para proteger a los trabajadores y empresas locales o el lanzamiento del debate para controlar los crecimientos poblacionales solo pueden ser abordadas desde una opción política autóctona.

Si bien en el 93 la coalición de partidos que se formó sumaba mayoría absoluta en el Parlamento de Canarias, una potencial coalición de partidos canarios de cara a las próximas elecciones autonómicas garantizaría ser la fuerza más votada y, por lo tanto, con holgada capacidad de maniobra para liderar el futuro gobierno de las Islas.

Coalición Canaria, Nueva Canarias, Agrupación Socialista Gomera, Agrupación Herreña de Independientes, Asamblea Herreña y Partido Nacionalista Canario tienen que decidir si apuestan por ser cabeza de ratón, y volver a liderar la política canaria, o se arriesgan a jugar a ser cola de león o una simple comparsa en el nuevo tablero político que dejará las próximas elecciones.

A la hoy imaginaria Coalición por Canarias les une la prioridad en la defensa de los intereses de cada Isla y de Canarias, su compromiso social y la apuesta por una economía de mercado con el control público de los sectores estratégicos. Además, las sinergías que generaría la Coalición por Canarias favorecería que el Archipiélago recuperara posición en las próximas elecciones generales, tanto en el Congreso como en el Senado.

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