Opinión

El caso herreño

El sentimiento de aislamiento que hemos sentido siempre los canarios con respecto a la península es similar al que sienten los herreños dentro de nuestro Archipiélago. Al igual que Canarias siempre ha estado cargada de razones para exigir a los distintos gobiernos españoles un trato diferenciado, producto de la situación de lejanía del continente, El Hierro ha exhibido parecidos argumentos para exigir medidas diferenciadas dentro de Canarias.

Las primeras oportunidades para que los herreños fuesen justamente escuchados llegaron de la mano de la Constitución del 78 y con la celebración de las primeras elecciones locales de 1979. Tomás Padrón, herreño comprometido con su tierra, intuyó que era el momento de impulsar una plataforma transversal que se presentara a las elecciones con el objetivo de defender los intereses de su Isla. No le costó mucho sumar a los maestros del Colegio de La Frontera, Juan Carmelo Padrón y Sotero León, para el inicio de un proceso que culminó con la fundación de la Agrupación Herreña de Independientes. El éxito obtenido por la Agrupación Herreña de Independientes en las elecciones de 1979 sirvió de referencia para que en 1983 otras islas impulsaran movimientos similares que con en el tiempo darían lugar al nacimiento de Coalición Canaria.

Los cambios que se están produciendo en nuestro entorno geográfico, y particularmente el escaso compromiso que los partidos estatales asumen para defender las singularidades políticas, legislativas, económicas o sociales de Canarias, demandan un proyecto de unidad en Canarias parecido al impulsado por la AHI en 1979 en la Isla de El Hierro. Sin embargo, en Canarias los movimientos que están dándose en el espacio nacionalista apuntan a otras direcciones. En las principales fuerzas políticas nacionalistas –Coalición Canaria y Nueva Canarias– se imponen los personalismos que hacen inviable el entendimiento, al menos en el corto plazo.

El proyecto transversal impulsado por Tomás Padrón para concurrir a las primeras elecciones locales de la democracia también está saltando por los aires. La Agrupación Herrera Independiente ha sufrido una grave fractura que ha dado origen a la irrupción con fuerza de la Agrupación Electoral por El Hierro, liderada por David Cabrera.

La fractura producida en el espacio nacionalista en la Isla de El Hierro es dramática. La capacidad que han tenido los nacionalistas herreños para influir en la política canaria en favor de su pueblo queda enormemente debilitado. Si los líderes de la Agrupación Electoral por El Hierro y de la Agrupación Herreña Independiente, David Cabrera y Narvay Quintero, respectivamente, recuperan el espíritu con el que nació el proyecto de Tomás y Juan Carmelo Padrón en 1979 tendrían un amplio espacio para el entendimiento y el acuerdo.

El reagrupamiento electoral de los partidos liderados por Narvay y David, y la suma de las bazas que Nueva Canarias tiene en la Isla, les daría serias opciones para recuperar el liderazgo y volver en ser influyentes en la defensa de los herreños. Al propio tiempo, la unidad de las fuerzas nacionalistas en El Hierro marcaría el camino de lo que se debe hacer en el conjunto de Canarias cuando los intereses de los canarios pasen a estar por encima de los personalismos. Están a tiempo, pero no hay tiempo que perder.

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