Opinión

Fariseísmo

El anuncio de Marruecos de iniciar nuevas prospecciones petrolíferas a 175 Km de La Graciosa ha abierto la puerta en Canarias al reinicio de las controversias políticas y sociales sobre un asunto tan polémico. Otra vez los discursos blanqueados y los fariseos políticos buscan la oportunidad de tomar ventaja en un asunto especialmente sensible para una buena parte de la gente que vive en las Islas y para aquellos que están comprometidos con un Archipiélago y planeta más sostenible.

En el año 2012 el Gobierno de Canarias y los cabildos de Fuerteventura y Lanzarote iniciaron una dura batalla institucional, política y social contra la autorización otorgada a REPSOL por el Gobierno de España, que presidía Mariano Rajoy, para llevar a cabo prospecciones de búsqueda de petróleo o gas a unos 60 km de las costas del Archipiélago.

La constancia y la convicción con las que el Gobierno de Canarias y los cabildos mencionados afrontaron la oposición a las pretensiones de REPSOL fueron sumando apoyos institucionales, políticos, empresariales y, sobre todo, de la gente que vive en nuestras Islas, que salió masivamente a la calle. Nunca antes en Canarias se había despertado un sentimiento masivo y generalizado en defensa de nuestro mar, de nuestro patrimonio natural, de nuestro territorio, de nuestra autonomía y de nuestro principal sector económico, el turismo.

El masivo apoyo social de la ciudadanía canaria a la firme y responsable oposición del Gobierno de nuestra tierra al atropello que el gobierno español y REPSOL pretendían llevar a cabo en aguas de Canarias estimuló la aparición de los sepulcros blanqueados y de los fariseos oportunistas que hasta ese momento estaban claramente alineados en defensa de determinados intereses económicos.  El rechazo mayoritario de los que viven en Canarias a que se lleven a cabo prospecciones petrolíferas en nuestras aguas o en su entorno poco debería tener que ver con el oportunismo político y sí con la convicción de un modelo de desarrollo económico y social sostenible que garantice el bienestar de las futuras generaciones.

El anuncio del reinicio por parte de Marruecos de prospecciones en aguas cercanas a nuestro Archipiélago abre una vez más el debate político

El principal potencial que tiene Canarias es su clima, su cielo, su mar y su paisaje; si los cuidamos son una garantía para que el sector turístico, la astrofísica, la industria vinculada al mar y la biotecnología, nos proporcionen actividad económica, empleo y bienestar. La apuesta por las actividades citadas es incompatible con la explotación de los recursos naturales que se podrían encontrar en nuestras aguas o en el entorno de las mismas. Hay territorios que desarrollan su modelo económico en base a una sobre explotación de sus recursos naturales; es lícito, pero ese modelo tiene fecha de caducidad.

El anuncio del reinicio por parte de Marruecos de prospecciones en aguas cercanas a nuestro Archipiélago abre una vez más el debate político y genera preocupación en la ciudadanía. Sin duda, este es un tema muy sensible que se puede observar desde la perspectiva ambiental, económica, social  o política.  El interés general de Canarias debería estar por encima del oportunismo político a la hora de abordar el debate sobre una decisión del Gobierno de Marruecos que coincide temporalmente con el reciente encuentro de Pedro Sánchez con el Rey alauí.

Haría bien el Gobierno de España en informar al Gobierno de Canarias del alcance de los acuerdos alcanzados con Marruecos, que pueden afectar a Canarias: inmigración, delimitación de las aguas o prospecciones. El fariseísmo político no debería tener cabida  en un asunto que exige un amplio consenso político y social para que Canarias sea una sola voz ante un tema tan relevante como complejo para afrontar nuestro futuro.

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