Opinión

Medidas urgentes

El lastre social y económico que está dejando el coronavirus va cogiendo una dimensión tan brutal como dolorosa. Un recuento imparable de contagiados y de muertos, países y territorios cerrados a cal y canto, suspensión de concentraciones o eventos multitudinarios, cancelaciones de fiestas y de actos culturales o deportivos, cierre de colegios, caída espectacular del turismo con las calles y plazas desérticas, aviones, barcos, trenes y guaguas vacíos, taxis sin gente, restaurantes y tiendas en silencio, centros hospitalarios saturados, desplome de la bolsa y muchísimo desconcierto e incredulidad en la ciudadanía ante las desconcertantes noticias que llegan de todas partes.
 
En tiempos de paz jamás habíamos vivido una situación tan compleja como la que estamos afrontando. Hemos padecido verdaderos azotes sanitarios como el sida, la gripe aviar, las vacas locas, la gripe-A o la epidemia del ébola, pero ninguna de ellas generó un colapso tan grande en el sistema de salud y una drástica paralización de la actividad económica.
El coronavirus dinamitará las previsiones presupuestarias del Gobierno del Estado
 
Históricamente hemos hecho frente a las pandemias o epidemias que nos han afectado sin que se produjera un hundimiento de la economía y el empleo; hemos convivido con profundas crisis económicas sin que ello afectara gravemente a nuestro sistema sanitario. Esta vez es diferente. La mayor crisis económica después de la Segunda Guerra Mundial -que afectó a España entre el año 2008 y el 2014- produjo un gravísimo retroceso en el bienestar general de las familias, en las empresas y en el empleo; y aunque la imprescindible política de ajustes afectó a todos los ámbitos -también al sistema sanitario- no tuvimos que hacer frente a una situación excepcional como la que estamos viviendo.
 
El espectacular frenazo que va a sufrir nuestra economía -ya está sufriéndolo- afectará directamente a los presupuestos del Estado y al de las Comunidades Autónomas; al propio tiempo, el sistema sanitario, las prestaciones sociales y el paro exigirán más recursos. Por lo tanto, el coronavirus dinamitará las previsiones presupuestarias del Gobierno del Estado y del resto de la Administraciones Públicas.
El efecto de la caída del turismo será más duro en Canarias
 
En apenas unas semanas un virus que afecta a alrededor de cien países de todo el mundo ha provocado que salten por los aires todas las halagüeñas expectativas económicas y nos hace retroceder al peor momento de la superada crisis que comenzó en el 2008. En este escenario, las economías más dependientes son las que más van a sufrir. España, que recibe más de setenta millones de turistas que aportan más del 13% de la economía y del empleo del país, verá frenadas en seco sus previsiones económicas para el presente año. El virus va a castigar especialmente a España y, sin duda, a la economía de nuestras Islas.
 
Indudablemente, el efecto de la caída del turismo será más duro en Canarias. El turismo es el motor de nuestra economía, significa casi el 35% del PIB y del empleo directo. Además, es difícil identificar un sector económico en las islas que no esté relacionado -directa o indirectamente- con el turismo y los servicios en general. La situación generada por el coronavirus exige de medidas urgentes que garanticen la atención a los afectados y, por otra parte, de medidas económicas que ayuden, primero, a atenuar el impacto que va a suponer el frenazo a la llegada de visitantes y, segundo, medidas incentivadoras para la recuperación del sector turístico canario.

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