Opinión

Noche electoral

Foto: Archivo

PSOE y PP se juegan hoy en Castilla y León parte de sus posibilidades de seguir liderando o volver a hacerlo, respectivamente, la política española después de las próximas elecciones generales. Después del bochornoso y vergonzante espectáculo que dieron la pasada semana en el Congreso de los Diputados, en la votación para convalidar el Real Decreto Ley sobre la Reforma Laboral, gran parte de su futuro político para los los dos próximos años puede estar asociado al resultado de la cita con las urnas de este domingo en tierras castellano leonesas.

Las expectativas electorales a lo largo del pasado año han sido muy favorables a los populares y pareció que el golpe definitivo a su principal contrincante -el PSOE- se lo asestaba su propio socio en la coalición de gobierno, Alberto Garzón, con sus torpes declaraciones referidas a las macro granjas y a la calidad de la carne española. Sin embargo, si nos atenemos a lo que vaticinan los distintos sondeos de opinión todavía «hay partido”. 

La estrategia que ha seguido el PP centrando la campaña en los ataques a Pedro Sánchez, como ya sucedió en las elecciones a la Comunidad de Madrid, le ha dado escaso resultado según la tendencia que marcan los sondeos. Alfonso Fernández Mañueco poco tiene que ver con con la personalidad y peso político que se ha ganado la presidenta madrileña, Isabel Diaz Ayuso. Posiblemente uno de los factores determinantes, con el problema que supone para el PP, deba situarse en esa diferencia. 

Desde luego, no está ayudando la dirección nacional del PP a su candidato a revalidar la presidencia en la más septentrional de las Castillas con los últimos movimientos llevados a cabo por el partido que preside Pablo Casado, decisiones que han oscurecido la campaña de Mañueco. Las improvisadas, reiteradas e inoportunas criticas de Casado al Gobierno de Pedro Sánchez han sido contundentemente rechazadas por varias autoridades europeas que incluso ponen de ejemplo a España en la utilización de esos fondos. Casado se ha tirado a la piscina sin comprobar previamente si había agua.

Tampoco ha estado especialmente afortunado en el debate y voto negativo en la convalidación del Real Decreto Ley sobre la Reforma Laboral. En amplios sectores empresariales, sociales y políticos vinculados al PP no se termina de entender la beligerancia de Pablo Casado contra un acuerdo forjado en el marco de la concertación social con empresarios y sindicatos. Menos se comprende cuando la realidad es que la reforma de la Reforma Laboral básicamente viene a complementar aspectos que estaban por desarrollar de la Ley impulsada por Rajoy en 2012. Verlo para creerlo; los populares votando contra el grueso de su propia Ley, contra un acuerdo del que participan los empresarios, y haciendo piña con VOX, Ezquerra, Bildu y PNV.

Sin duda, el resultado de este domingo en Castilla y León será leído por todos en clave estatal; bueno, por todos no. Los perdedores lo circunscribirán más a un asunto local e intentarán evitar que se asocie a una tendencia global de cara a las próximas elecciones generales.

Fernández Mañueco forzó la ruptura con Ciudadanos en complicidad con la estrategia diseñada por Genova -sede nacional del PP- para ir allanándole  el camino a Pablo Casado hacia la presidencia. Después de Madrid, Castilla y León parecía propicia para conseguir otro éxito similar al de Madrid y después vendría Andalucía para allanar el camino al presidente del PP hacia Moncloa. Si los populares consiguen el objetivo de presidir la Junta de Castilla y León sin dependencia directa de VOX será un éxito de Casado y su equipo. Ahora bien, si no gobiernan o lo hacen dependiendo directamente de los que lidera Abascal será un fracaso de Casado y de los estrategas de Génova.

Ha costando mucho a los populares movilizar a su electorado. La convocatoria de elecciones anticipadas circunscritas sólo a la Junta ha sido una arriesgada decisión que puede perjudicarles. Los de Casado tienen representación en casi todos los ayuntamientos de la comunidad y electoralmente cuando alcaldes y concejales se movilizan son una locomotora que arrastra votos a todos los niveles. 

La noche de este domingo ayudará a desvelar si las estrategias de uno y de otros fueron acertados o encallaron en tierras castellano leonesas.

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