Opinión

Pactos provisionales

Este año electoral ya pedalea para remontar sin pausa la cuesta de enero y situarnos, sin apenas darnos cuenta, a las puertas de una campaña electoral que se presenta apasionante. El 28 de mayo en Canarias decidiremos quiénes nos van a gobernar en los próximos cuatro en el gobierno, cabildos y ayuntamientos.

La realidad geográfica de nuestro Archipiélago propicia que la implantación de las distintas fuerzas políticas en cada una de las Islas sea muy irregular. A las tradicionales formaciones estatales que se extienden a lo largo y ancho del Estado, hay que sumarles formaciones autóctonas de ámbito archipielágico, insular o municipal. 

Coalición Canaria, Nueva Canarias y Unidas Podemos tienen presencia en casi todas las Islas. Circunscritas al ámbito insular, las más importantes son la Agrupación Socialista Gomera, la Agrupación Herreña de Independientes, la Agrupación Electoral por el Hierro, Unidos por Gran Canaria, Asamblea Majorera, Asambleas Municipales de Fuerteventura y diversas formaciones en Lanzarote que van a caballo entre lo municipal y lo insular. La atomización y el número de formaciones se multiplica en el campo municipal

La complejidad derivada de la irregular implantación de las fuerzas políticas en cada una de las Islas y nuestra peculiar Ley Electoral, obliga a una cultura de acuerdos y pactos muy singular.

Con ese escenario de fondo, los pactos que van a ser necesarios para gobernar Canarias, cada una de las 7 Islas o cada uno de los 88 municipios, serán plurales, diversos y, en determinados casos, se podrán ver como poco coherentes ideológica y políticamente.

Es muy probable que Canarias sea la única comunidad autónoma donde nunca ha habido una mayoría absoluta en estos cuarenta años de autonomía; nuestro sistema electoral y la realidad descrita lo impiden. Por lo tanto, el próximo gobierno tendrá que contar, al menos, con dos formaciones políticas.

Las elecciones autonómicas y locales del próximo mes de mayo, para la gobernabilidad de la Comunidad y de los principales cabildos y ayuntamientos, y los pactos que se alcancen, podrían ser sólo acuerdos de transición hasta que se celebren las próximas elecciones generales, previsiblemente en otoño del presente año o en el primer trimestre del 2024.

La situación de provisionalidad de los acuerdos que se alcancen a raíz de los resultados de mayo viene dada por los resultados que obtengan las formaciones nacionalistas canarias en la próxima generales. Sí el/los diputados que obtengan las fuerzas autóctonas en las próximas generales son decisivos para gobernar España, la política de pactos en el ámbito autonómico y local podría ser revisada en favor de los intereses políticos de los partidos canarios.

En el supuesto de que en las próximas generales los partidos canarios sean prescindibles en la política de acuerdos en el ámbito estatal, la situación de debilidad frente a los partidos estatales sería extrema.

Tanto para el Parlamento de Canarias como para los cabildos de Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura, La Palma y El Hierro, así como para los ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna, Arona, Las Palmas de Gran Canaria  y Telde, las opciones para alcanzar acuerdos de gobernabilidad están muy abiertas.

La precampaña arranca con la motivación de todas las fuerzas políticas con opciones para participar de los acuerdos de gobernabilidad que serán necesarios alcanzar en los principales cabildos, ayuntamientos y Gobierno de Canarias. Un sólo diputado de las fuerzas autóctonas en Madrid podría llevar a revisar los acuerdos cerrados en mayo. También es cierto que un solo diputado de la Isla de El Hierro puede producir un terremoto en la política de las Islas.

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