Opinión

Querer y crecer en África

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, se reúne con el ministro de Transportes de Marruecos, Abdel Jalil (2i, primera fila), este miércoles en Rabat. EFE/JALAL MORCHIDI
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, se reúne con el ministro de Transportes de Marruecos, Abdel Jalil (2i, primera fila), este miércoles en Rabat. EFE/JALAL MORCHIDI
Querer y crecer en África

La retirada de España del Sahara por la puerta de atrás, a finales de 1975, fue el principio de la pérdida de oportunidades de trabajo que muchos canarios tenían en el territorio continental más próximo a nuestras Islas. Con su vergonzosa retirada, España cercenó el futuro de miles de canarios que se habían asentado en el Sahara Occidental y traicionó y condenó a la miseria también el futuro del pueblo saharaui. Los apenas cien kilómetros que separan a  Canarias de las costas africanas, y la escasez y necesidades que padecíamos en aquella época en nuestra tierra, nos obligaban a emigrar. Unos buscaron las oportunidades en América; otros, en el cercano Sahara.

La pesca, la mineralogía (especialmente con la empresa de Fosfatos de Bucráa), la construcción y servicios varios ofrecían oportunidades de trabajo y mejoras en el bienestar de casi cuatro mil canarios allí asentados. Con el abandono por parte de España de sus colonias en África, la llamada operación golondrina devolvió a las familias y las pertenencias que pudieron llevarse a sus lugares de origen; un drama en toda regla.

Cincuenta años después se está recuperando el valor estratégico que el África Occidental tiene para Canarias, especialmente Marruecos y los territorios africanos que en su día pertenecieron a España. Bajo ese nuevo paradigma hay que enmarcar la visita realizada por el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Victor Torres, al Reino Alauí. Sin entrar a valorar el conflicto latente entre Marruecos y el Polisario -no es  objetivo de esta reflexión- los territorios más próximos a nuestro Archipiélago del África Occidental deben de formar parte de nuestra estrategia política, social, comercial y de seguridad.

Compartimos área geográfica. Cualquier estrategia en materia de cooperación relacionada con los ámbitos señalados debe pasar ineludiblemente por fortalecer la conectividad entre las Islas y el área geográfica de influencia más cercana.

A lo largo de las últimas décadas se ha escrito mucho sobre el papel de plataforma de desarrollo social y económico que Canarias debe jugar hacia nuestros vecinos africanos. Ese rol que se le asigna a Canarias por su proximidad al continente sólo progresará si hay una buena conectividad. Unas comunicaciones marítimas y aéreas que superen la barrera que significa el mar, y que faciliten el intercambio de personas y mercancías.  En esa línea, cabe destacar de la visita de nuestro presidente el anuncio de una mejora de las comunicaciones aéreas y marítimas entre las Islas y Marruecos.

La empresa de transporte aéreo, netamente canaria, Binter, está haciendo una apuesta empresarial que favorece claramente el desarrollo del área geográfica donde estamos enclavados. Ha hecho más Binter en estos últimos años para favorecer el desarrollo social y económico de la zona que toda la teoría expuesta en los miles de artículos escritos y otras tantas informaciones sobre el papel de Canarias como plataforma hacia África.

Las conexiones con Agadir, El Aaiún, Dajla, Tánger o Esauira son solo algunos ejemplos pragmáticos de la contribución de la compañía canaria al desarrollo de la zona. La asignatura pendiente sigue el impulso a una línea marítima entre las Islas y Marruecos. Los problemas de operatividad del puerto de Tarfaya  llevaron al cierre de la línea que le conectaba con Fuerteventura, esperemos que —más allá de los compromisos anunciados— la visita del presidente Torres a Marruecos ayude de forma efectiva al lanzamiento de una línea marítima que acerque a ambos territorios y pueda favorecer la actividad comercial y empresarial. 

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