Opinión

La tarea que tiene por delante el PP canario

Manuel Domínguez, PP Canarias.
Manuel Domínguez, PP Canarias.
La tarea que tiene por delante el PP canario

El pasado 6 de mayo, a 22 días de las elecciones locales, insulares y autonómicas, apunté —en este mismo espacio— que ganar no basta para gobernar y que, en esa dirección, una victoria electoral en cualquiera de los ámbitos en los que se celebraban las elecciones del 28-M no garantizaba al ganador ocupar responsabilidades de gobierno. Se pueden ganar las elecciones y quedarse en la oposición.

En esta ocasión, los resultados electorales y las matemáticas han dejado fuera del poder en Canarias al PSOE, ganador en las urnas, aunque muy lejos de las expectativas que sus líderes tenían fijadas como objetivo. El incumplimiento de las expectativas socialistas y la desaparición del Parlamento de Canarias de los cinco diputados que tenía uno de sus socios de gobierno, Unidas Podemos, han llevado a Ángel Víctor Torres y a los suyos a la oposición.

Descartadas totalmente las mayorías absolutas, partíamos en el Archipiélago con dos bloques bien definidos a la hora de articular mayorías de gobierno. El de la continuidad que hubiera significado la suma PSOE, Unidas Podemos, Nueva Canarias, más el comodín de la Agrupación Socialista Gomera, o —por la otra parte— la potencial suma de Coalición Canaria, PP y algunos diputados de las formaciones independientes de El Hierro y de la ASG que lidera Casimiro Curbelo. Consolidada la mayoría de la segunda opción con nacionalistas, populares, herreños y gomeros, quedó absolutamente descartada desde el primer momento la tercera vía que hubiera significado una alianza de los socialistas con Coalición Canaria.

"Los matrimonios en la política tampoco son eternos"

La alianza de Coalición Canaria con los populares que lidera Manuel Domínguez es un balón de oxígeno para un PP que llevaba desde el año 2010 fuera del Gobierno de Canarias. El exalcalde de Los Realejos se apunta un buen tanto ante sus huestes isleñas y ante la dirección de su partido en Génova. La alianza consolidada entre Coalición Canaria y el PP para gobernar en el Archipiélago deja una parte importantísima del premio gordo en Tenerife para los nacionalistas —los gobiernos del cabildo tinerfeño y del ayuntamiento chicharrero, son políticamente un tesoro—. De consolidarse las buenas expectativas que vaticinan los sondeos para los populares a nivel de todo el Estado para las elecciones generales del 23 de julio, puede ser un refuerzo muy importante para la ratificación del pacto alcanzado en Canarias.

Los matrimonios en la política tampoco son eternos y necesitan el cuidado diario para que duren el tiempo comprometido de cuatro años; bien haría el presidente de los populares canarios, Manuel Domínguez, en empezar a hacer pedagogía ante los jerarcas de su partido en Madrid para que los asuntos de la agenda canaria figuren en su compromiso para las generales del próximo 23 de julio; pero, no solo figuren los compromisos con las Islas, si no que se vayan cumpliendo.

De confirmarse una victoria de los populares el próximo 23 de julio, los socialistas canarios comenzarán en el Parlamento de Canarias su trabajo de desgaste al próximo Ejecutivo de las Islas, siguiendo el guión del incumplimiento de Madrid con Canarias. Mucha atención con nuestro Archipiélago debería tener Núñez Feijóo caso de llegar a Moncloa. Los socialistas esperarán pacientemente. En Canarias hay alternativas. En la hipótesis de que el ganador de la contienda estatal sea Pedro Sánchez, poco probable a día de hoy, pero no imposible, el pacto de Canarias sería sometido a un asedio político que pondrá a prueba su fortaleza. 

El próximo Gobierno de España tiene que cumplir con Canarias.

 

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