Opinión

Todos contra el fuego

La ministra de Defensa con lso efectivos de la UME.
La ministra de Defensa con los efectivos de la UME.

El gravísimo incendio forestal de Tenerife, el resultado de las elecciones generales celebradas el pasado 23 de junio, el lleno turístico en las Islas y el comportamiento del presidente de la Federación Española de Fútbol en la celebración del título de Campeonas del Mundo conquistado por la selección femenina de España en  Australia, han sido cuatro de los focos que han acaparado la atención de  una buena parte de la ciudadanía  este verano. 

Ha preocupado, y de qué manera,  dada la amenaza que supuso para la seguridad de las personas y sus bienes, el incendio que se inició en los municipios de Candelaria y Arafo y que llegó a afectar a trece de ellos en un perímetro de noventa kilómetros. En esta ocasión, el fuego tocó prácticamente a la puerta que da entrada a muchos núcleos urbanos de los municipios afectados. Solo la importante cantidad de medios materiales y de recursos humanos de los que se dispusieron y una acertada estrategia de defensa por parte de la dirección del operativo pudieron evitar males mayores.

Políticas en los montes y áreas de transición

Mas de cinco mil profesionales vinculados a la rama de la ingeniería forestal, la ingeniería agrícola, veterinaria y  ganadera han hecho público esta pasada semana un manifiesto en el que advierten de los riesgos que corren las Islas a sufrir mega incendios forestales. La Asociación de Profesionales Forestales  (PROFOR) señala que una Isla puede sufrir varios incendios forestales al mismo tiempo o que pueden sucederse incendios en diferentes Islas simultáneamente; según esa hipótesis, podría darse el caso que haya coincidencia de incendios graves en las islas con otros de similar gravedad en la península y que, por lo tanto, haya que distribuir los medios de los que se dispone.

Estos profesionales, vinculados al cuidado de los montes y a los sectores agrícola y ganadero, señalan que los futuros incendios no los vamos a poder combatir solo con más aviones, helicópteros, tecnología y recursos humanos. La respuesta a los incendios modernos tendremos que dársela en el modelo territorial; especialmente en la política que se lleve a cabo en los montes y en las áreas de transición entre éstos y los núcleos urbanos.

Limpieza de la pinocha que se acumula 

En el manifiesto que publicaron este pasado miércoles añaden: “este escenario apocalíptico no puede descartarse en absoluto, tal y como muestra la experiencia de otros países como Estados Unidos, Canadá o Grecia, porque nuestro modelo territorial está provocando un incremento constante del combustible vegetal en el paisaje y que ello, unido a las condiciones climáticas propicias de Canarias, incrementado por el cambio climático, genera el coctel perfecto para el desarrollo de grandes incendios forestales”.

A la vista de lo manifestado por esta cualificada Asociación de Profesionales Forestales, hay una clara coincidencia con lo que piensa el hombre del campo, la gente que vive en el entorno rural, con respecto a cuales son las prioridades para prevenir los incendios forestales: la limpieza de la pinocha que se acumula en los bordes de la pistas forestales, entresacado y limpieza del monte bajo, aprovechamiento agrícola de horquetas y y varas y, fundamentalmente, incentivos potentes para que la zona de transición de los montes con los núcleos urbanos estén limpias.

La preocupación manifestada por la Asociación de Profesionales Forestales debe de abrir un espacio de diálogo entre administraciones, sectores profesionales vinculados al mundo agrícola, ganadero y forestal, y representantes de las asociaciones de agricultores y ganaderos, para consensuar medidas que ayuden a prevenir catástrofes derivadas de los incendios forestales.

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