Opinión

La unidad que querría Tomás Padrón

La unidad que querría Tomás Padrón

Este fin de semana Tomás Padrón, destacada figura de la política en nuestro archipiélago, recibirá un nuevo homenaje en su isla, El Hierro. En esta ocasión para recordar y reconocer su papel protagonista en la fundación de la Agrupación Herreña Independiente en 1979. 

La iniciativa impulsada por Tomás Padrón, presentando en las primeras elecciones de la recién estrenada democracia un partido netamente herreño, sin ataduras centralistas, sacudió el orgullo de pertenencia del pueblo herreño, catapultando al nuevo partido al gobierno del Cabildo.

Desde entonces, la Isla más occidental y menos poblada de nuestro Archipiélago ha tenido protagonismo en el contexto de la política canaria. 

El éxito cosechado por AHI en su primer encuentro con las urnas en las elecciones a la Corporación Insular sirvió de lanzadera para ampliar su radio de influencia a los ayuntamientos, Parlamento de Canarias y Senado.

El fundamento pragmático que se plantearon Tomás –y el grupo de herreños comprometidos con su Isla que le acompañaron en la aventura– no era otro que defender los intereses de El Hierro. Tener presencia política para influir en la política canaria y en la estatal para que se atendiera las necesidades de una Isla históricamente abandonada en la que cualquier proyecto de futuro para los herreños pasaba por la emigración. La unidad de acción de una mayoría los herreños impulsada por atípica organización política netamente autóctona ha sido clave en el indiscutible progreso que ha experimentado la Isla desde las primeras elecciones locales y autonómicas.

En las comunicaciones marítimas y aéreas, la sanidad, la educación, las energías limpias, la agricultura y la ganadería o la apuesta clara y rotunda por las políticas sostenibles podemos encontrar algunos ejemplos de los cambios experimentados en este tiempo de influencia política en los ámbitos suprainsulares. La potencial capacidad que tiene una Isla como El Hierro para influir en la toma de decisiones externas que puedan afectar a sus habitantes solo puede venir por vía de la política. La Isla no tiene dimensión territorial, ni poblacional, ni peso económico para influir en las decisiones que le afectan pero se toman en Tenerife, Gran Canaria o Madrid. Solo cabe la vertiente política. El camino alumbrado por Tomás Padrón para la defensa de los intereses de su Isla ha ido perdiendo poco a poco intensidad y fuerza, cuando lo cierto es que la necesidad de un proyecto netamente herreño para defender los intereses de una Isla diferente sigue intacta. Ahora bien, puede que las vías escogidas para ello no estén siendo las más acertadas. 

La unidad en torno a la defensa de la Isla fue premiada por los herreños que le otorgaron al partido fundado por Tomás Padrón un inmenso poder político que sirvió para mejorar el bienestar de su pueblo y para asentar las bases que garantizan un futuro viable y esperanzador. Al margen de ideologías políticas es difícil no reconocer el papel jugado en El Hierro por la AHI en el desarrollo y progreso alcanzado en la Isla en estas ultimas cuatro décadas. 

Este fin de semana Tomás Padrón recibe un nuevo homenaje, acompañado de reconocimientos. Quizá echará en falta un regalo que las circunstancias siguen aplazando en el tiempo y que no es otro que la recuperación de la unidad entre los suyos. La absurda división del nacionalismo herreño les terminará condenando a la insignificancia política.

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