La WTM y las tareas pendientes
La semana termina con el regusto con el que ha dejado al sector turístico de nuestro Archipiélago la feria de turismo más importante del mundo, la World Travel Market de Londres. Ciertamente, jugábamos en casa. Son los británicos nuestros principales clientes, tanto en cantidad como por la fidelización que tienen a repetir sus vacaciones en las Islas.
A pesar de la salida del Reino Unido de la Unión Europea y del encarecimiento del destino, los británicos están enamorados de Canarias. Además se une al enamoramiento histórico entre británicos y las Islas, la situación que se vive en estos momentos en otros destinos que en circunstancias normales podrían ser alternativas vacacionales para ellos. La situación en el este de Europa, derivada de la invasión rusa en Ucrania, y la prudente alerta activada desde Turquía a Marruecos, pasando por Egipto y Túnez como consecuencia de la guerra entre Hamas e Israel, empujan a los turistas a un destino seguro como Canarias.
La recuperación del deseo de viajar y disfrutar del ocio después de la pandemia que arrinconó al mundo alcanzó su máximo exponente en el escaparate turístico que ha ofrecido una vez más la feria londinense.
Precios y frecuencias asequibles
Los datos oficiales que se ofrecen remarcan la alta ocupación que ha tenido la temporada turística de verano, así como las magníficas expectativas previstas para la invernal que echa a rodar este mes de noviembre. Igualmente, los datos referidos al gasto turístico revelan el buen momento que vive el sector.
Sin embargo, en la Feria de Londres los mensajes dejados por la patronal turística se centraron más en las reivindicaciones que hacen a las administraciones públicas que en aquellas cosas en las que es necesaria su implicación para apuntalar y garantizar la competitividad sostenible de la principal industria del Archipiélago. A la recurrente propuesta de bajada del IGIC se han unido la del control de los precios de los billetes aéreos o la de la excepción del impuesto al combustible a la plantear a la Comisión Europea.
Desde luego, tanto el control de precios de los billetes de avión como las medidas excepcionales que se demandan para evitar que el nuevo impuesto al combustible nos aleje aún más del territorio continental, son de una justicia aplastante. En que podamos seguir conectando al mundo con precios y frecuencias asequibles está la clave más importante del futuro del sector turístico en las Islas.
Hay que apuntalar al motor de la economía
En Londres se habló poco de la implicación de los empresarios turísticos en los planes de renovación, modernización e innovación del turismo en nuestra tierra. Canarias ofrece un clima y una biodiversidad paisajística únicos en el mundo. Al mismo tiempo, estamos bien conectados, y tenemos unas infraestructuras y una seguridad acordes con el mundo europeo en el que estamos integrados. Los momentos de éxito que vive el sector turístico canario deben ser aprovechados para darle un impulso a la renovación de los espacios privados y públicos en las Islas.
Muchos hoteleros han renovado y automáticamente han mejorado la ocupación y la rentabilidad de sus negocios. La Avenida de las Playas en Puerto del Carmen, Tias (Lanzarote) o la Avenida Nuestra Señora del Carmen en Corralejo, La Oliva (Fuerteventura), son ejemplos del cambio que se puede producir tanto en la parte pública como en la privada cuando se suman esfuerzos. En ambos casos, han ganado en imagen los municipios y sus respectivas islas; han ayudado a dinamizar los núcleos en los que están enclavados y, particularmente, han ganado todos los negocios de las respectivas zonas.
Hay que apuntalar al motor de la economía de las Islas, el turismo y éste, a su vez, debe implicarse más con la sociedad canaria. La apuesta por modernizarse y por favorecer el trabajo para la gente que vive aquí puede ser un buen camino.