Opinión

PSOE y PP, ¡cínicos!

Según la RAE, cínicos son quienes actúan con falsedad o desvergüenza descaradas.  Y ante tanto descaro del PSOE y del PP, he aquí este artículo para compensar, a base de verdades.
 
Recientemente, la Justicia ha sentenciado que el PP es corrupto, y sin lugar a dudas lo es, como es homicida culposo quien haya matado a alguien aun no habiendo tenido tal intención. Es decir, tratar de que lo de “partícipe a título lucrativo” elimine la condición de corrupto es, sencillamente, una desvergüenza descarada.
 
Pero es que, el palo judicial que se han llevado los populares es solo el aperitivo de lo que está por venir. Por cierto, dicho palo judicial ha acabado con la XII Legislatura y con importantes expectativas económicas de los españoles. Son tales las sentencias que le van a ir cayendo al partido que preside Rajoy, provenientes de la corrupción, que la aparente ofensa con la que reaccionan sus cortos dirigentes y algunos afiliados, ante la sentencia Gürtel, va a quedar realmente grotesca ante los nuevos inminentes escenarios.
 
Además, llueve sobre mojado porque al tsunami de corrupción pepera se suma el hecho de que el partido del charrán azul ha dado completamente la espalda a su ideario político, con lo que de los once millones de votantes que le votaron en 2011 no van a volverle a votar ni sus supuestos 800.000 afiliados, ya que la lógica desafiliación en proceso está dividiendo esa cifra a un ritmo geométrico.
 
Mucho peor lo tiene el PSOE. Porque habiendo arruinado a España las dos veces que ha gobernado en la actual etapa democrática, habiendo practicado terrorismo de Estado entre 1983 y 1987 y siendo paradigma de corrupción, multiplicando al menos por diez la repugnante del PP, su Secretario General viene en junio de 2018 a “regenerar” a la sociedad española. Oculta el cutre salva patrias socialista no solo las barbaridades hechas por el PSOE en la actual democracia y ya reseñadas en este mismo párrafo, sino las acaecidas en la primera mitad del siglo XX: total apoyo al golpe de estado y a la dictadura de 1923, oposición al sufragio femenino, quema de conventos, golpe de estado contra la II República y robo de las reservas de oro del Banco de España.
 
Cualquiera de los episodios enumerados de la triste historia del PSOE sería por sí mismo razón suficiente como para que ese partido hubiera dejado de existir desde ese mismo momento.
 
No hay que ser especialmente sagaz como para describir lo hasta ahora descrito. Ahora bien y volviendo al comienzo: hay que tener una tremenda cara dura y ganas de ocupar sillones públicos, a costa del más ínfimo nivel de dignidad, como para ser del PP o del PSOE y obviar la corrupción que te ha afectado y mirar a tus votantes como si no tuvieras en tu pasado las inmundicias que configuran tu patético presente.
 
Concluyo manifestando que espero y deseo que tanto el partido del charrán como el del capullo desaparezcan, como desapareció UCD en 1983 víctima de su propia debilidad ideológica, ya que como le ocurrió a Dorian Gray, los pactos con el diablo no pueden ser eternos y al final, la fealdad por los nefastos actos cometidos acaba siempre apareciendo.

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