El poblamiento primigenio de Lanzarote

Cartel informativo

El poblamiento primigenio de un territorio cualquiera no es un asunto baladí. Desentrañar cómo se produjo, de dónde procedían esos primeros pobladores y qué cultura tenían en su lugar de origen nos ayudan a comprender el modo en que desarrollaron su sociedad en el espacio que los acogió.

            El de las Islas Canarias ha sido – y continúa siendo- tema de debate en el entorno científico y académico, aunque los estudios de los últimas décadas parecen ir desvelando asuntos clave para comprender cómo se produjo la arribada de aquellas personas que se establecieron de forma permanente hasta crear las sociedades que los primeros europeos de finales de la Baja Edad Media e inicios de la Edad Moderna nos describieron. Aun así, todavía hay que dar respuestas concretas a preguntas como ¿llegaron solos o fueron traídos por otras culturas?, ¿cuál era su punto exacto de procedencia?, ¿navegaban?

            A todas estas preguntas se ha procurado dar respuesta desde hace siglos, desde los mismos inicios de la conquista europea, cuando la información provenía de las fuentes clásicas, entre cuyos autores destacó Plinio el Viejo. El historiador romano narró la expedición realizada por Juba II de Mauritania en tiempos del emperador Augusto y, aunque las referencias son breves, son fiel testimonio del conocimiento que en el Imperio se tenía de estas Islas. Además, relata Plinio que en Canaria había resto de edificaciones, muestra inopinable de que había o hubo población en dicha isla. Pero, si así fue ¿quiénes eran o qué ocurrió con ellos? Otra pregunta carente de respuesta que anima a continuar apostando por la investigación.

            En cualquier caso, la lógica nos induce a pensar que la primera isla canaria en ser poblado pudo ser Lanzarote, de la misma manera que fue la primera en ser conquistada a inicios del siglo XV, pues, tal y como no se cansan de repetirnos los documentos escritos en los siglos XV a XVIII, Lanzarote era la primera isla en ser avistada en la navegación hacia al sur. Las fuentes clásicas no nos dicen nada al respecto, pero la arqueología va atestiguando de forma fehaciente que así pudo ser, toda vez que las dataciones realizadas en los últimos años lo testimonian de este modo. También esta ciencia ha establecido de manera indudable la presencia de gentes mediterráneas en este lado del Atlántico. La fachada africana más próxima al archipiélago canario recibió la visita más o menos constante, cuando no el establecimiento permanente, de navegantes procedentes del Mediterráneo oriental. Lo que en otro lugar definimos como región colonial, ubicada entre la zona más próxima al Estrecho de Gibraltar y la actual Essaouira –conocida antiguamente como Mogador- se establecieron fenicios, cartagineses y romanos, quienes debieron llegar más abajo con sus navegaciones, hasta al menos lo que se puede denominar como región empórica, un territorio en el que no se establecieron de forma permanente, pero que sí frecuentaron para comerciar y obtener productos de valor, zona en la que se podrían insertar las Islas Canarias, donde gentes vinculadas al Imperio romano explotaron el múrex para obtener el tinte púrpura tan codiciado en la Antigüedad, como se ha atestiguado ya en el islote de Lobos.

            Estos son los temas que, junto a la momificación o mirlado en época aborigen, se trataran en la primera sesión de las VIII Jornadas de Historia de Teguise, que se desarrollarán los días 9 y 10 de octubre en el Teatro Esperanza Espínola, sito en la calle Espíritu Santo, a partir de las 18.30 horas. Los ponentes serán Pablo Atoche Peña, María del Carmen del Arco Aguilar y Conrado Rodríguez-Maffiotte Martín.

            Las siguientes sesiones, que iremos adelantando de forma oportuna, serán los días 16 y 17, con intervenciones de María del Cristo González Marrero, Esther Chávez Álvarez, Jesús Cáceres Rodríguez y Esther Martín González. La jornada de clausura será el día 30 a cargo del paleontólogo Juan Luis Arsuaga, codirector de las excavaciones de Atapuerca.

            La inscripción en las jornadas es gratuita, enviado un correo con nombre, apellidos y DNI a jornadasteguise@gmail.com, especificando si la asistencia será presencial u online, dado que serán retransmitidas en directo por YouTube a través del canal Teguise TV.

            El programa completo puede consultarse en www.archivoteguise.es y el certificado de asistencia está avalado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.