Redescubrimiento y colonización europea de Lanzarote
Las evidencias arqueológicas apuntan a que la caída del Imperio romano supuso el abandono de las islas Canarias por parte de navegantes foráneos, hasta que a partir del siglo XIII pudieron ser visitadas por europeos como los hermanos Vivaldi, genoveses de origen. Mayor certeza hay para el siglo XIV, cuando el también genovés Lanceloto Malocello se estableció por un tiempo en Lanzarote, isla a la que dio nombre y que supuso su inclusión, junto a Fuerteventura, por primera vez en un portulano – el elaborado por Angelino Dulcert en 1339-. Con esto, las islas entraron en la órbita de coronas europeas como las de Portugal y Castilla, con navegantes vinculados a esta última aproximándose al archipiélago canario. Fue el caso de Martín Ruiz de Avendaño (1376), Juan González (1391 o Gonzalo Pérez Martel (1393), entre otros. Expediciones de reconocimiento y saqueo en las que los navegantes buscaban materias con las que comerciar, incluidos esclavos. Si bien, no fue hasta principios del siglo XV cuando se inició un proceso de conquista de las islas, el cual vino de la mano de los caballeros normandos Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle, con el beneplácito del rey de Castilla Enrique III.
Los registros archivísticos de esta época son escasísimos, pero al menos para la conquista normanda contamos con la famosa crónica Le canarien, que nos informa acerca del modo en que se llevó a cabo el asentamiento de aquellas gentes y lo que observaron en las islas. Sin embargo, se requería de una mayor constatación de esta fase colonizadora, que ha llegado de la mano de la arqueología.
En el sur de Lanzarote se habían excavado en décadas pasadas los pozos existentes, pero desde hace unos años se ha intensificado la labor arqueológica sacando a la luz tanto estructuras constructivas del primer asentamiento europeo como restos humanos que pudieran estar evidenciando los primeros casos de mestizaje entre los recién llegados y la población aborigen de la isla.
También es conocido que, con posterioridad, el asentamiento se abandonó en beneficio del lugar conocido como Acatife, donde se fundó la actual Villa de Teguise en torno a 1418, cuando las Islas Canarias pasaron a manos de Enrique Pérez de Guzmán, II Conde de Niebla. Dio comienzo con esto un desarrollo urbano nuevo que se acrecentó con la llegada de la familia Herrera-Peraza al archipiélago en la segunda mitad del siglo XV, lo que consolidó a Teguise como una capital atlántica desde la que se comerciaba y exploraban las rutas oceánicas. Hasta ella llegaban familias castellanas, francesas, flamencas o italianas para realizar sus transacciones con una población que se acrecentaba bajo el gobierno del condado y marquesado que se constituiría a partir de la segunda mitad del siglo XVI.
Si el asentamiento normando se halla bajo la arena de la playa de la Cruz o de los Pozos, la villa primigenia de Teguise se encuentra bajo sus casas y calles actuales. Así, con un trabajo que conjuga la investigación documental y arqueológica ambos asentamientos van siendo redescubiertos, como se pondrá de manifiesto en las conferencias que se impartirán en el contexto de las VIII Jornadas de Historia de Teguise.
Dichas jornadas se iniciaron el pasado jueves, día 9, y tanto esa tarde como la del viernes, el Teatro Esperanza Espínola se llenó de público para escuchar las conferencias de la primera sesión, dedicada a la protohistoria. En esta edición se han inscrito más de ciento noventa participantes, que siguen las conferencias tanto de forma presencial como online.
La segunda sesión, dedicada a la arqueología bajomedieval y moderna de Lanzarote tendrá lugar el próximo jueves 16 a partir de las 19.00 horas en el Convento de Santo Domingo de Teguise, y contará con la participación como ponentes de María del Cristo González Marrero y Esther Chávez Álvarez, directoras de la excavación del yacimiento de San Marcial de Rubicón, y con Jesús Cáceres Rodríguez, de Tegue Arqueología, que desde hace años dirige diversas excavaciones en el contexto urbanístico de Teguise.
Por su parte, el viernes 17 a las 19.30 horas tendrá lugar la conferencia titulada Paisajes heredados: la Lanzarote que el tiempo esculpió, dictada por la paleontóloga Esther Martín-González. Y, finalmente, las jornadas se clausurarán con la conferencia del paleontólogo Juan Luis Arsuaga el día 30 de octubre.
Toda la información sobre las jornadas pueden consultarla en www.archivoteguise.es. Además, si desean ver algunas de las conferencias pasadas podrán hacerlo en el canal de YouTube Teguise Tv, donde se encuentran alojadas.
Si desean asistir a las conferencias que restan, tanto de forma presencial como online, pueden inscribirse de forma gratuita enviando nombre, apellidos, DNI y la modalidad de asistencia que desean a la dirección de correo electrónico jornadasteguise@gmail.com.
Víctor M. Bello Jiménez (Archivero e Historiador)