Marcó velocidades de casi 70 kilómetros a la hora

Haría, donde más fuerte sopló el viento el lunes, tras Izaña

La estación situada en los Jameos del Agua recogió 17,8 litros por metro cuadrado desde las 18:00 horas hasta las 24:00.
Haría, donde más fuerte sopló el viento el lunes, tras Izaña

La estación situada en el cementerio de Haría registró las rachas de viento más fuertes que se produjeron en Canarias ayer lunes, 11 de diciembre, tras Izaña, en el Teide (Tenerife). El camposanto norteño marcó velocidades del viento de casi 70 kilómetros a la hora a las 16.00 horas, mientras que Izaña se acercó a los cien kilómetros por hora, un poco más tarde. En el Aeropuerto de Lanzarote llegaron a registrase velocidades próximas a los 60 kilómetros por hora.
 
Por otro lado, la estación situada en los Jameos del Agua recogió 17,8 litros por metro cuadrado desde las 18:00 horas hasta las 24:00 horas, en sólo seis horas. La precipitación acumulada durante el mes de diciembre del año pasado sólo alcanzó la cifra de 8,6 milímetros, por lo que el presente diciembre se presenta más lluvioso. La cantidad de lluvia que cae se mide en milímetros de agua y equivale al agua que se acumularía en una superficie horizontal e impermeable de un metro cuadrado durante el tiempo que dure la precipitación. Un milímetro de agua de lluvia equivale a un litro de agua por metro cuadrado. 
 
El mes de noviembre de 2016 resultó ser el tercer mes más lluvioso de todo el año, con 25,6 milímetros de precipitación acumulada durante trece días de lluvia. En cambio, el pasado noviembre del presente año fue muy seco. También es verdad que el año pasado se encuentra entre los años más lluviosos del presente siglo.
 
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha ampliado la alerta amarilla por viento y oleaje hasta este miércoles, 13 de diciembre. Las previsiones de la Agencia estiman precipitaciones de hasta 15 litros por metro cuadrado, rachas de viento de hasta 75 kilómetros hora y olas de 4 a 5 metros.
 
La peculiaridad paisajística lanzaroteña muestra escasez de agua. Sin embargo, la superficie terrestre insular recoge agua que no es registrada por los sensores de las estaciones meteorológicas. Son las llamadas precipitaciones ocultas, como la de rocío y neblina o niebla, unos recursos hídricos de gran importancia y que están pendientes de ser evaluados. Pero estos recursos no han pasado desapercibidos a la observación y la sabiduría que anida en la agricultura tradicional. De hecho, el enarenado artificial es una réplica de la capacidad de absorción de la humedad que posee el rofe.

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