Arrecife homenajea a “Los Buches” con motivo del 60º aniversario de su fundación
El emotivo acto celebrado en el Parque “Islas Canarias” permitió una vez más disfrutar de la actuación de los miembros de la popular parranda ataviados con la tradicional vestimenta diseñada por César Manrique
El Ayuntamiento de Arrecife, a través del Área de Festejos, ha homenajeado durante la jornada de este domingo 12 de febrero a la Parranda Marinera “Los Buches” por el 60º aniversario de su fundación en un emotivo acto que ha tenido lugar en el Parque “Islas Canarias” con la presencia de los miembros de la popular agrupación musical ataviados con la inconfundible indumentaria que les ha acompañado durante estas seis décadas de vida.
En el transcurso de acto, en el que el numeroso público asistente pudo disfrutar de la música y los bailes de la querida agrupación, la alcaldesa de Arrecife, Astrid Pérez, manifestó su “agradecimiento a La Parranda Marinera Los Buches por contribuir a la identidad de Arrecife, de nuestros carnavales, de nuestra forma de sentir y de expresar la alegría y el desenfado que caracteriza a esta fiesta. Y, por supuesto, por mantener en Canarias una de las manifestaciones carnavaleras más singulares y arraigadas a las costumbres marineras".
Por su parte, la concejala de Festejos de Arrecife, Encarna Páez, destacó la importancia de este homenaje por cuanto “es un día muy especial y significativo para todos porque ustedes, tras tantos años, son parte de la tradición y la cultura de nuestra querida ciudad de Arrecife. A lo largo de los años, he sido testigo de su dedicación y pasión por la música, y quiero agradecerles todo lo que han hecho por la promoción de nuestra ciudad. Gracias por su dedicación y pasión por la música, y por ser una parte tan importante de nuestras vidas”.
El presidente de la Parranda Marinera “Los Buches”, José Julián Villanueva, en su intervención agradeció “a la ciudad de Arrecife y a sus autoridades por su apoyo y compromiso con nuestra tradición. Juntos, podemos seguir promoviendo la parranda marinera de los Buches y asegurarnos de que esta tradición siga viva y fuerte para las generaciones futuras”.
El emotivo discurso del presidente buchero hizo un recorrido por los “sesenta años que han pasado desde que un grupo de trabajadores decidieron unirse para rescatar y promover la parranda marinera de los Buches, una tradición de siglos de historia ligada a la cultura pesquera y marítima de nuestro puerto. Hoy, con satisfacción, vemos cómo esta tradición sigue viva y fuerte gracias al compromiso de todos ustedes con su mantenimiento y conservación”.
Villanueva también destacó que “cada vez que escuchamos “Querida Lola" o “Pleito en las cuatro esquinas", sentimos un gran orgullo por ser parte de esta tradición que forma parte de la identidad de nuestra ciudad. Esta música y estas canciones nos transportan a momentos de alegría y de unión, y nos recuerdan la importancia de seguir trabajando juntos para mantener vivas nuestras tradiciones y nuestro patrimonio cultural”.
El acto sirvió para volver a demandar la concesión a la Parranda Marinera de “Los Buches” de la Medalla de Oro de Canarias que concede el gobierno autonómico, tal como acordó el pleno de Arrecife el pasado 25 de noviembre.
60 años de “Los Buches”
El origen de la popular y querida Parranda Marinera de “Los Buches” tiene su origen en los bucheros antiguos, aquellos marineros que recorrían las calles de Arrecife durante los carnavales vestidos con ropas campesinas antiguas y caretas de rejillas, y provistos de vejigas de pescado hinchadas, que fueron prohibidos en 1936 y recuperados en 1963.
El rescate de esta tradición llegó de la mano de la Parranda Marinera de Los Buches, cuya trayectoria la ha hecho merecedora de una calle en la ciudad de Arrecife.
Hay que recordar que la tradicional Parranda Marinera «Los Buches», que conforma la base y el pasado del Carnaval de Arrecife y Lanzarote fue recuperada en 1963 por un grupo de amigos, una cuadrilla compuesta por músicos, hombres y mujeres, que interpretan antiguas canciones marineras y los portadores de buches –vejigas de grandes peces curtidas e infladas–, con los que se golpea a la gente.
Este singular grupo de amigos se reunía en una pequeña habitación que tenía alquilada Wenceslao Noda Hernández para almacenar los pertrechos de un pesquero en la Calle José Betancort, esquina Canalejas. En esos encuentros surgió la idea de recuperar la antiquísima tradición de Los Buches creando una parranda marinera, seña de identidad del viejo carnaval porteño.
Sus fundadores eran hombres de mediana edad y en sus encuentros recordaban los viejos carnavales, cuando los marineros regresaban de la costa y corrían los carnavales con buches de pescado inflados en sus manos.
El primer carnaval de la Parranda “Los Buches” data de febrero de 1963 y en sus preparativos, localizaron y confeccionaron la antigua indumentaria compuesta por montera de lana, cintas de diferentes colores, chaleco de lentejuelas, pantalón calado y bordado, ligas, medias, polainas, guantes blancos, el peculiar pito de agua y la careta metálica con que cubrían sus rostros, diseño de César Manrique, quien colaboró con la parranda para que no se perdieran las tradiciones. Así comienzan también las primeras salidas del grupo fuera de la isla y en julio del 1964, en La Laguna, utilizan por primera vez su segunda indumentaria.
De “Los Buches” existe mucha literatura acumulada a lo largo de las últimas seis décadas. Una muestra de ello es la reseña firmada por Leandro Perdomo, uno de nuestros más insignes escritores, titulada “Una fiesta marinera”, fechada en 1973, en la que destaca: “... aún suenan en mis oídos las cuerdas del timple, y de las guitarras, y los resoplidos del acordeón... Oyendo la parranda de “Los Buches” comprendí todo el entrañable valor de la música popular nuestra (...) El acordeón, instrumento que se arruga como las olas del mar, tan porteño y tan marinero, daba la nota ‘costera y pescaora’ entre el timple y la guitarra y voz del ‘cantaor’ y el pito de agua, instrumento de caña y de soplido único en el mundo, como queriendo zambullirse en los trasfondos marinos...”.
Casi un siglo antes, a finales del XIX, el antropólogo francés, René Verneau, se refirió así a los antecedentes de “Los Buches”: “Durante el carnaval, las calles de Arrecife presentan una animación que no hubiese sospechado viendo el silencio de muerte que allí reinaba unas semanas antes. Durante todo el día circulaban grupos de mujeres y hombres disfrazados. El vestuario que se usa en estas mascaradas es el de los campesinos, que ya sólo llevan unos pocos viejos. A la cabeza de cada grupo va gente de ambos sexos tocando la guitarra y cantando. El resto lo acompaña también cantando y provisto de unas vejigas de pescado enormes, con las que golpeaban a todos aquellos que encontraban...”
En 1890, Verneau describe una tradición marinera y carnavalera que todavía hoy perdura a través de la Parranda Marinera “Los Buches”, y que ha contribuido a trazar el rostro de la ciudad de Arrecife. Veinticinco años después de la visita de Verneau, dos inquietos intelectuales franceses, Prust y Pitard, pasan por Arrecife coincidiendo con el carnaval y aportan más datos sobre esta celebración: “Todos ocultan la cara cuidadosamente; los ricos debajo de una careta de crin, para que les dure tres días sin que el sudor la haga papilla, los más pobres debajo de una capa de yeso o de hollín.”.
Por su parte, el músico Benito Cabrera relata que, “en carnavales, se puede ver por las calles de Arrecife a un grupo de hombres de los que hay que huir si no se quiere recibir un sonoro, aunque nada doloroso, buchazo. Estos atizan a diestro y siniestro sus inofensivos golpes con voluminosos buches de pescado, que previamente son curtidos en salmuera y secados ya inflados. Sus cantos son una pequeña muestra del rico cancionero que los marinos interpretaban”.