La bandera oficial de Canarias no logra desplazar a la oficiosa con las siete estrellas verdes
Cada 22 de octubre se conmemora el día de la bandera canaria, pero no la enseña de la Comunidad Autónoma, sino la de las siete estrellas verdes formando un círculo
Canarias tiene su bandera oficial desde la entrada en vigor del Estatuto de Autonomía en 1982. La bandera está formada por tres franjas iguales en sentido vertical, cuyos colores son, a partir del asta, blanco, azul y amarillo. Está presente en todos los actos oficiales con el escudo en el centro, corona real, una cinta de plata con el lema Océano y, como soportes, dos perros bardinos. Pero esta propuesta no ha conseguido arraigar en el imaginario colectivo, que indiscutiblemente se inclina por la bandera tricolor con las siete estrellas verdes.
Cada 22 de octubre se conmemora el día de la bandera canaria. No se celebra la de la Comunidad Autónoma, que es la tricolor con el escudo en el centro, sino la creada en los años sesenta del siglo pasado por el movimiento independentista canario y cuyo diseño incluye siete estrellas verdes formando un círculo dispuestas en la franja central azul. A pesar de su arraigo popular, las celebraciones son escasas y discretas, por lo general. Algún izado de bandera y poco más.
La bandera es cuatricolor: amarillo, azul, blanco y verde
Aunque parezca que están de capa caída frente a otros momentos históricos, los independentistas de casta la ondean cada 22 de octubre y cada vez que tienen ocasión. En realidad, la bandera es cuatricolor: amarillo, azul, blanco y verde, y es sacada a pasear en encuentros festivos y deportivos multitudinarios, en actos reivindicativos o en manifestaciones de protesta. Hasta en las romerías. No obstante, la enseña no ha logrado convertirse formalmente en uno de los símbolos de la nacionalidad canaria, a pesar de que realmente lo es para una mayoría.
La insignia fue dada a conocer un 22 de octubre en plena dictadura franquista. Se planteó como emblema de la reconstrucción de la identidad nacional canaria y la lucha por las libertades y la democracia en las Islas. Algunas formaciones políticas canaristas la lucen con orgullo en su actividad orgánica, pero otras no tanto. Entre otras razones, quizá tenga algo que ver la ausencia de un himno realmente popular, sin desmerecer la pieza que compuso Benito Cabrera en 2003 (Soy la sombra de un almendro, / soy volcán, salitre y lava…). Pero hay otras letras que se asocian a la bandera de las siete estrellas verdes de forma automática.
Un mar azul que brille / con siete estrellas verdes...
Una de ellas es Coplas para mi gente, de Caco Senante: Yo nací en una prisión / y también naciste tú, / hay quien dice que es fortuna, / porque la celda es azul / y los barrotes espuma… Otra de ellas es imprescindible estando de tenderete: Me gusta la bandera / me gusta la bandera / ¡ay!, mamá, bandera tricolor / con siete estrellas verdes / con siete estrellas verdes / ¡ay!, mamá, qué rico vacilón. / ¡Ay!, ¡ay!, ¡ay!, ¡ay!, ¡qué divertido! / ¡Ay!, ¡ay!, ¡ay!, ¡ay!, ¡qué vacilón ón ón ón! (bis).
Hay, sin embargo, una canción tiene 45 años y que se ha convertido en la imagen icónica no sólo del independentismo canario, sino del ser canario, y que está muy unida a la bandera oficiosa de Canarias. Se trata de Ach Guañac, del grupo palmero Taburiente: Un mar azul que brille / con siete estrellas verdes, / el amarillo en tus trigales / y el blanco en tus rompientes. Esta canción lo rompe cuando suena. Y si la verdadera bandera canaria es la oficiosa, este de Taburiente es su himno.
