Evolución demográfica en el Archipiélago

¿Canarias puede soportar más habitantes? El límite poblacional otra vez a debate

Turistas.
El informe del Consejo Económico y Social  prevé para Lanzarote en una década un aumento del 29%, con 192.792 habitantes, de los que el 38%  serán residentes extranjeros
¿Canarias puede soportar más habitantes? El límite poblacional otra vez a debate

“Desde Canarias debemos buscar fórmulas que posibiliten frenar un crecimiento poblacional descontrolado para seguir reduciendo el desempleo, mediante una gestión adecuada del territorio y de los recursos naturales. Solo así puede evitarse el desfase de nuestros servicios públicos y el caos circulatorio en las carreteras, a la vez que promover la sostenibilidad”. El vicepresidente de Canarias y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos, Román Rodríguez, advierte de que el crecimiento poblacional desmesurado compromete la recuperación social y económica de las islas.

Las proyecciones incluidas en el informe del Consejo Económico y Social de Canarias (CES) para dentro de once años, sitúan a nuestro archipiélago con 2,5 millones de habitantes. Gran Canaria aumentaría más moderadamente, un 9%, hasta llegar a los 920.000 y con un 17% de población extranjera. Fuerteventura aumentaría hasta un descomunal 45% su actual población, siendo minoría la población autóctona, y Lanzarote ascendería un 29%, con 192.792 habitantes, de los que el 38%, 73.260 personas, serán residentes extranjeros.

Rodríguez recuerda que Canarias ha experimentado un crecimiento poblacional superior al 30% en lo que va de siglo, aumentando en más de medio millón su número de habitantes. En el mismo periodo, el País Vasco –territorio de tamaño similar al isleño– crecía un 3,76% (unas 80.000 personas), lo que supone ocho veces menos que el incremento porcentual de nuestra comunidad y ya tiene menos población que las islas. El conjunto del Estado español lo hacía en un 17%, algo más de la mitad que nuestra tierra. Si tomamos como referencia el año 1990, la población en Canarias ha subido casi un 52%, frente al 2,9% del País Vasco y el 22,1% del promedio estatal.

Aumento demográfico

De ese aumento demográfico de Canarias (530.000 habitantes más en apenas dos décadas), solo una parte –unos 70.000– se corresponden al crecimiento vegetativo (número de nacimientos menos el número de defunciones). El resto, unos 460.000, son personas que llegaron de otras partes del mundo, fundamentalmente de otras comunidades autónomas y de la Unión Europea, circunstancia muy relevante frente a los discursos xenófobos selectivos. De la actual población extranjera en las islas, el 53,28% procede de estados de la UE (sobre todo, y por orden, italianos, ingleses y alemanes) frente al 25,77% de América y solo el 10,23% de África, porcentajes que deshacen prejuicios.
 
Más concretamente, la ganancia de residentes en el archipiélago se debe, en el último año, a la población extranjera dado que el saldo vegetativo (nacimiento frente a defunciones) es negativo. De 2.252.565 habitantes, ya 287.488 (un 13%) son extranjeros.
 
El vicepresidente del Gobierno subraya que la progresión no es lineal en todas las islas. Frente a procesos de superpoblación en las islas de Gran Canaria y, especialmente, Tenerife, se encuentra un crecimiento sobresaliente en Fuerteventura y Lanzarote, donde la población autóctona comienza a ser minoritaria. En La Palma, La Gomera y El Hierro, la población se estanca o, incluso, desciende lo que aboca a respuestas específicas y adecuadas a sus realidades.

Medidas urgentes

Tanto los datos actuales como sus proyecciones a corto y a medio plazo “aconsejan medidas urgentes y audaces, no solo diagnósticos y propuestas. Han pasado casi dos décadas desde que el Comité de Expertos que promoví como presidente del Gobierno presentara sus conclusiones sobre este asunto, tan vigentes como inaplicadas”, destaca Rodríguez.

Por otra parte, las conclusiones del Comité de Expertos resaltaban la importancia de las directrices de ordenación territorial y las sectoriales del turismo –aprobadas por el Parlamento en 2003– para reorientar el modelo económico hacia la sostenibilidad y modular el crecimiento poblacional como única opción factible para reorientar la situación, dada la complejidad o imposibilidad de una ley de residencia restrictiva de la libre circulación en el marco europeo. “Pero gobiernos sucesivos hicieron decaer esas normas. Así que las actuaciones políticas demográficas deberían estar subordinadas “a las opciones de desarrollo futuro en el ámbito de la economía y del medio ambiente, en particular”, añade Rodríguez.

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