El Cabildo divide el norte de la isla para proteger la caza y frenar el veneno en áreas libres

Los técnicos ya trabajaban en los mapas que van a delimitar las áreas seguras y que serán remitidos al Gobierno canario para su aprobación
Los técnicos del Área de Caza ya trabajan en la elaboración de mapas detallados de Haría que identificarán los espacios factibles para esta práctica, documentación que será remitida al Gobierno de Canarias
Oswaldo Betancort agradece el consenso alcanzado con la Sociedad de cazadores de Lanzarote: “El cazador lanzaroteño es modélico: practica una actividad sostenible, responsable y constituye un ejemplo de deportividad”
El Cabildo de Lanzarote, en consenso con la Sociedad de Cazadores de Lanzarote, ha alcanzado un acuerdo clave para desbloquear el cierre temporal de la actividad cinegética en el municipio de Haría, decretado en las últimas semanas debido a los sucesivos casos de envenenamiento de fauna.
Durante la tarde de ayer jueves, el presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, y el consejero de Medio Ambiente y Caza, Samuel Martín, mantuvieron un fructífero encuentro en el Convento de Santo Domingo de Teguise con una amplia representación de los más de mil cazadores con licencia en la isla. La reunión permitió trazar una hoja de ruta consensuada, cuyo eje principal será la zonificación de la zona norte de Lanzarote para establecer áreas de caza autorizadas allí donde no se han producido episodios de envenenamiento.
Los técnicos del Área de Caza ya trabajan en la elaboración de mapas detallados que identificarán los espacios factibles para esta práctica, documentación que será remitida en breve al Gobierno de Canarias con el fin de obtener el visto bueno de la autoridad competente. La intención del Cabildo es habilitar esta vía excepcional antes de la apertura de la caza con escopeta, prevista para el próximo 28 de septiembre.
Desde principios de agosto se han contabilizado 24 casos de envenenamiento, afectando a fauna silvestre y doméstica —entre ellos perros de caza, cuervos canarios, perros domésticos, gatos y erizos—, motivo que llevó a la suspensión temporal en Haría.
Agradecimiento al sector cinegético
Tanto el presidente como el consejero trasladaron su agradecimiento al talante constructivo de los cazadores en la reunión. Betancort destacó que “el cierre temporal es consecuencia de la acción de uno o varios delincuentes que serán identificados y deberán responder ante la justicia por el daño que están provocando a toda la sociedad lanzaroteña”. El presidente subrayó asimismo que “el cazador lanzaroteño es modélico: practica una actividad sostenible, responsable y constituye un ejemplo de deportividad”.
Betancort concluyó que se lleva de este encuentro “una lista de tareas en las que seguir trabajando, tanto desde la presidencia del Cabildo como desde el Parlamento de Canarias”, haciendo alusión a cuestiones planteadas en la reunión como los campos de entrenamiento, la posible actualización de los períodos de veda, la puesta en valor del podenco canario o la necesidad de abordar una modificación de la Ley de Caza de Canarias, entre otros asuntos.
Por su parte, el consejero Samuel Martín ha expresado su convicción de que “el trabajo de zonificación que plantea el Cabildo recibirá cuanto antes la autorización del Gobierno de Canarias y se incluirá en la nueva orden de veda”. Asimismo, adelantó que la previsión de la Institución insular es prolongar un par de días el periodo de caza en toda la isla, a fin de compensar el cierre que sufre el municipio de Haría.
Colaboración constante
Tanto Betancort como Martín recordaron que este problema de gran calado ha podido afrontarse de manera ordenada gracias a la estrecha colaboración entre el Cabildo y la Sociedad de Cazadores, una relación que se ha fortalecido en los últimos meses con iniciativas conjuntas como la siembra de trigo, la instalación de bebederos o la divulgación de la práctica cinegética responsable, entre otros proyectos conjuntos que continuarán con la celebración de nuevas mesas de trabajo tras concluir el período de caza.
“El desenlace de este episodio confirma que trabajando unidos podemos dar respuestas equilibradas a un sector que es parte esencial de la cultura y del medio ambiente de Lanzarote”, concluyó Oswaldo Betancort.