El guiri ideal para Lanzarote, comprometido con lo sostenible y que gaste mucho
Tuvo lugar la World Travel Market de Londres y están al caer FITUR Madrid e ITB Berlín, las tres ferias de turismo más importantes del mundo. En todas ellas se repite el mismo mensaje: apostamos por un turismo de calidad, de alto poder adquisitivo, con un alto gasto en el destino, sensible hacia el medio ambiente, curioso ante la cultura local y abierto a disfrutar de la gastronomía del lugar. El problema es que esos perfiles no abundan y, además, están en busca y captura por parte de los destinos turísticos de todo el planeta.
¿Dónde se abona la tasa turística?
Es una quimera pretender que visiten Lanzarote tres millones de esa rara especie que damos en llamar guiri ideal, una suerte indefinida de clase media alta que valora las particularidades del destino. El mundo es largo, ancho y muy diverso, así que cuenta con infinidad de destinos turísticos atractivos, singulares y a buenos precios. Aunque Lanzarote se encuentre entre ellos, los guiris ideales se reparten entre todos ellos, así que a la isla tan solo le corresponde un puñado. Lo demás se rellena con cantidad, como es harto conocido.
El guiri ideal es aquel que, nada más bajarse del avión, saca la billetera y pregunta por el cajero dónde se abona la tasa turística, dispuestísimo a pagar al menos 2 euros por cabeza y por cada noche de estancia. Cuando se le haya pasado el asombro porque en la isla no se cobre tasa alguna, pedirá el inventario de vinos con Denominación de Origen, la lista de quesos locales, el calendario de luchadas, el programa de actuaciones folclóricas y la agenda de Senderismo Lanzarote para conocer gente y aprender aspectos de historia, volcanismo, etnografía, flora y fauna de la isla.
La fantasía de que el guiri ideal se multiplique por sí mismo
Respondan o no a la categoría de guiri ideal, Lanzarote —y La Graciosa— anhelan que todos los visitantes acudan y queden rendidos ante los Centros de Arte, Cultura y Turismo, porque es el mejor símbolo de la identidad cultural y paisajística de la isla. Y, por supuesto, que visiten la red pública y privada de museos: los dos de la Fundación César Manrique en Tahíche y Haría, el Museo Aeronáutico, el Museo Etnográfico Tanit… También queremos que no derrochen el agua, que compren en los mercadillos productos locales y que contribuyan a la conservación del paisaje.
Mientras esperamos a que sea haga realidad la fantasía de que el guiri ideal se multiplique por sí mismo tantas veces como sea necesario hasta satisfacer a todos los destinos turísticos del planeta, quizá no esté de más pararse un momento para plantearse que a lo mejor, sólo a lo mejor, ni así habrá guiris ideales para todos. Si se llegara a ese punto, cosa que dudo, de inmediato saldría a relucir el problema innombrable de la saturación turística, ya que la capacidad de carga turística se sobrepasó ampliamente hace varios lustros. En tal supuesto, convendría aprovechar la oportunidad para repasar algunas ideas, por si alguna reflexión del pasado fuera de utilidad para vislumbrar el futuro.
Un modelo de desarrollo sin suficientes guiris ideales
Anota: ‘Un marco estratégico para fortalecer el sistema económico insular, compatible con la contención del crecimiento turístico en Lanzarote. Life Lanzarote 2001-2004: Exploración de Nuevas Líneas de Actuación, Financiación y Fiscalidad para la Reserva de la Biosfera’. A pesar de que con sólo mentarlo alguno se ronche, el Life Lanzarote 2001-2004 estableció cinco ejes estratégicos que podrían servir como punto de partida a la hora de concretar un modelo de desarrollo sin suficientes guiris ideales.
A saber, adecuación del desarrollo territorial y turístico a la capacidad de carga insular; reposicionamiento de Lanzarote en el marco regional y estatal; potenciación de los sectores económicos clave con sentido estratégico o ventajas comparativas, incluida la rehabilitación de Arrecife; potenciación del partenariado público-privado; y el desarrollo del factor humano y de los recursos del conocimiento. Aquel proyecto concluía que para sustentar el cambio de modelo se requiere del liderazgo del Cabildo, la participación de los ayuntamientos y la presencia del sector privado y la sociedad civil. Todos deberían ser invitados a participar en la búsqueda del consenso en torno al diseño y desarrollo del nuevo modelo.
