Paisaje urbano

Buena arquitectura, una asignatura pendiente en Lanzarote

Escuela de Arte Pancho Lasso
Escuela de Arte Pancho Lasso

Se extiende una arquitectura que no responde por materiales, cromatismo, cerramientos ni volumetría y composición a la ‘Marca Lanzarote’ auspiciada por Manrique.

Buena arquitectura, una asignatura pendiente en Lanzarote

En la isla se extiende una arquitectura que no responde por materiales, cromatismo, cerramientos ni volumetría y composición a la ‘Marca Lanzarote’ auspiciada por César Manrique. Esta es una de las conclusiones de un diagnóstico sobre el paisaje insular, en su vertiente arquitectónica, que pone de relieve que, con sus excepciones, las edificaciones en la isla se alejan de la tradición local y son cada vez más vulgares.

En el medio rural se propaga una arquitectura que no responde por materiales, cromatismo, cerramientos ni volumetría y composición a la ‘Marca Lanzarote’. El diagnóstico habla de edificios abandonados y sin acabar o con bloque de hormigón visto, y a ornamentos inadecuados, como las balaustradas. También cita inmuebles kitsch de alto impacto paisajístico por su estética pretenciosa, pasada de moda y considerada de mal gusto. También se observa algo inaudito hasta hace relativamente poco tiempo: dejadez en el decoro y ornato de fachadas.

En el medio urbano también se da la situación anterior, pero con algunos matices propios. Entre otros, la amenaza de nuevas volumetrías impactantes en altura o de ocupación masiva, o la presencia de ‘calvas’ en el espacio urbano que anuncian núcleos dispersos y que le dan la espalda a la compactación. La arquitectura doméstica sigue mostrando signos de vitalidad y hay muchas viviendas de calidad, pero la industrial y comercial, incluyendo la turística, deja mucho que desear.

UN PACTO INSULAR CREATIVO

Este diagnóstico lleva el sello de ‘Biocrit. Análisis crítico del actual paisaje insular de Lanzarote’, referido a la distorsión en la singularidad paisajística y arquitectónica en la isla. Este trabajo fue editado a finales de 2016 y se debe a MPC Arquitectos. No está de más traerlo colación con motivo del Día Mundial de la Arquitectura, que se celebra el primer lunes del mes de octubre. El lema de este año ha sido ‘Arquitectura para el bienestar’ y hace referencia a la necesidad de crear viviendas que sean eco-amigables, que propicien un mundo más limpio y verde y que garanticen la sostenibilidad de las ciudades.

No obstante, cuando se habla de buena arquitectura a partir de la segunda mitad del siglo XX en Lanzarote, hay varios edificios que son dignos de ser citados, como el Arrecife Gran Hotel original, la Escuela de Pesca o la Escuela de Arte Pancho Lasso. Por supuesto, resulta inevitable nombrar la obra espacial de César Manrique, así como sus dos residencias reconvertidas en museos y la red de centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo.

A pesar de la merecida crítica al devenir de la arquitectura insular, los redactores del análisis creen que hay potencial suficiente para tratar de revertir estas tendencias negativas. Así, proponen sistema de protección de la arquitectura o el establecimiento de un pacto insular creativo que permita la redireccionar las manifestaciones artísticas como expresión de arte urbano.

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