“Si una casa antigua se cae, perdemos todos. Es tanto una casa privada como un bien común”

El propietario de la casa de Máguez, Ramón Gutiérrez, ganador del primer premio de Rehabilitación de Arquitectura de Lanzarote destaca la importancia de llegar a un consenso con el Área de Patrimonio del Cabildo para rehabilitar las viviendas antiguas y sobre todo la necesidad de valorar el patrimonio arquitectónico tradicional de la isla.

“Lo que tenemos que entender es que la arquitectura tradicional de Lanzarote tiene su valor. Eso fue lo que trató de hacer ver César Manrique. Que una estética de una vivienda antigua es lo que le da valor a la isla. Un turista que viene a Lanzarote no lo hace para sacar fotos a un balneario del sur de la isla viene para llevarse las fotos de los pueblecitos del norte. Ahí es donde está el encanto de esta isla. Hay que entender que si una casa antigua se deja, se cae, perdemos todos. Es tanto una casa privada como un bien común”, apunta Gutiérrez

 "Hay que entender que si una casa antigua se deja, se cae y lo perdemos todo. Es tanto una casa privada como un bien común”

En una entrevista en el Magazine de BiosferaTV, Ramón Gutiérrez ha relatado el proceso de rehabilitación de una vivienda centenaria. “Voy a ser muy claro. En un primer momento Patrimonio molesta porque empieza a dictar todas sus reglas pero creo que de alguna forma tiene razón. Lo que tiene que entender Patrimonio es que tiene que aflojar en determinados puntos y saber quien está detrás de la obra. Y cuando lo sabe, Patrimonio también sabe aflojar. En mi experiencia, Patrimonio lo temía empezando y al final he entendido su papel porque hemos llegado a un consenso”, destaca Gutiérrez

Gutiérrez, que ha trabajado como reportero en la televisión pública francesa hasta su jubilación, contó cómo se topó con la vivienda de Máguez cuando vino a Lanzarote a realizar un reportaje sobre la isla. “Esta casa (que se encontraba en un importante de deterioro hasta el punto que corría el riesgo de caerse en unos años) la compré por mi decisión personal. Vine, la vi y firmé. Cuando a los pocos meses vino mi mujer se puso a llorar y me dijo cómo pude tomar esa decisión”.

Ramón Gutiérrez destacó su pasión por restaurar casas antiguas- “No es mi primera restauración. Empecé hace 40 años con un piso en París de 1843 y luego con una casa en Bretaña de 1830 y ahora con la casa de Máguez que es de 1900. No soy un profesional pero lo que hay que saber hacer es llamar a un profesional, pero mi implicación personal ha sido máxima”, señala.