Historia y paisaje

Se cumplen 292 años de las erupciones que cubrieron Lanzarote de cenizas

voclan
Foto: Archivo

Existen numerosos documentos históricos que narran los procesos eruptivos y que dieron lugar al espacio que hoy conocemos como Parque Nacional de Timanfaya

Se cumplen 292 años de las erupciones que cubrieron Lanzarote de cenizas

Este día 1 de septiembre se cumplen 292 años de las erupciones que cubrieron la isla de cenizas en el XVIII. La primera erupción tuvo lugar el día 1 de septiembre de 1730, entre las 21:00 y las 22:00 horas, al explosionar el volcán de la Caldera de Los Cuervos. Sin embargo, no se puede hablar con la misma precisión del final de las erupciones. Algunos libros relatan que acabaron en 1736, pero Agustín Pallarés Padilla asegura que podría tratarse de un error, subrayando que ni siquiera aparece en el diario del cura de Yaiza, como se suele decir.

Las erupciones acaecidas entre los años 1730 y 1736 afectaron a una cuarta parte de la superficie de la isla. Existen numerosos documentos históricos que cuentan los procesos eruptivos y que dieron lugar a lo que actualmente conocemos como Parque Nacional de Timanfaya. El más conocido es el famoso manuscrito del cura párroco de Yaiza, Andrés Lorenzo Curbelo, que relata los acontecimientos desde el comienzo de la erupción hasta que la población de la zona emigró entre 1731 y 1732, ante los continuados procesos volcánicos que se sucedieron:

“La noche la tierra se abrió de pronto cerca de Timanfaya"

“El 1º de Septiembre (de 1730) entre las nueve y diez de la noche la tierra se abrió de pronto cerca de Timanfaya a dos leguas de Yaiza. En la primera noche una enorme montaña se elevó del seno de la tierra y del ápice se escapaban llamas que continuaron ardiendo durante diez y nueve días. Pocos días después un nuevo abismo se formó y un torrente de lava se precipitó sobre Timanfaya, sobre Rodeo y sobre una parte de Mancha Blanca. La lava se extendió sobre los lugares hacia el Norte, al principio con tanta rapidez como el agua, pero bien pronto su velocidad se aminoró y no corría más que como la miel”. 

Y continúa: “Pero el 7 de septiembre una roca considerable se levantó del seno de la tierra con un ruido parecido al del trueno, y por su presión forzó la lava, que desde el principio se dirigía hacia el Norte a cambiar de camino y dirigirse hacia el NW y WNW. La masa de lava llegó y destruyó en un instante los lugares de Maretas y de Santa Catalina, situados en el Valle. El 11 de Septiembre la erupción se renovó con más fuerza, y la lava comenzó a correr. De Santa Catalina se precipitó sobre Mazo, incendió y cubrió toda esta aldea y siguió su camino hasta el mar, corriendo seis días seguidos con un ruido espantoso y formando verdaderas cataratas. Una gran cantidad de peces muertos sobrenadaban en la superficie del mar, viniendo a morir a la orilla. Bien pronto todo se calmó, y la erupción pareció haber cesado completamente”.

“Un volumen de lava de mil millones de metros cúbicos" 

Sigue su relato: “El 18 de Octubre tres nuevas aberturas se formaron inmediatamente encima de Santa Catalina, que arden todavía y de sus orificios se escapan masas de humo espeso que se extienden por toda la isla, acompañado de una gran cantidad de escorias, arenas, cenizas que se reparten todo alrededor, viéndose caer de todos los puntos gotas de agua en forma de lluvia. Los truenos y las explosiones que acompañaron a estos fenómenos, la obscuridad producida por la masa de cenizas y el humo que recubre la isla forzaron más de una vez a los habitantes de Yaiza a tomar la huida, volviendo bien pronto, porque estas detonaciones no aparecieron acompañadas de otro fenómeno de devastación”.

La narración continúa con la descripción de la catástrofe. Los científicos han estimado que el volumen de lava pudo alcanzar mil millones de metros cúbicos y modificó por completo la antigua morfología de la isla. En el siglo XIX se producen nuevas erupciones, de las que también existen documentos escritos de testigos presenciales. Después de todos estos sucesos, los volcanes de Lanzarote han entrado en un período de calma, dejando su huella e impidiendo la habitabilidad de toda esta zona.

Comentarios