Hay pocas fuentes de agua en Lanzarote, con escaso caudal y pasto del olvido
El agua de lluvia y las escorrentías se recogen en los miles aljibes existentes, muy comunes en el interior, cuya capacidad media es de 30 m³
Hay pocas fuentes de agua en Lanzarote y con escaso caudal. Es lógico que haya poca agua, ya que es una isla árida y seca, propia de un clima semidesértico, por lo que el aprovechamiento de aguas superficiales es escaso. “Los manantiales son más bien pequeños rezumes o goteos”, según el proyecto SPA-15, que data de mediados de los años 70 del siglo pasado, y que censó algunas fuentes en el macizo de Famara y en la zona central de la isla.
En Famara se contabilizaron diez fuentes, con una producción de 10-15 metros cúbicos día, y el resto en la zona central, con 5-10 metros cúbicos día. Destacan la Fuente de las Ovejas, la Fuente de Gallo, ambas en las inmediaciones de Guinate, y la Fuente de Guza, en el Risco de Famara. La producción total de los manantiales localizados ascendía entonces a 21 metros cúbicos (m³) al día.
Es un patrimonio escaso pero valioso, así que nada costaría rehabilitar estos elementos que representan la cultura de la escasez de agua, puesto que son pasto del olvido. La producción total de los manantiales localizados ascendía entonces a 21 metros cúbicos (m³) al día.
La presa de Mala
Una infraestructura de aprovechamiento de aguas superficiales es la presa de Mala, sin duda la obra hidráulica más relevante de la isla, pero se encuentra en desuso. El agua de lluvia y las escorrentías se recogen en los miles aljibes existentes, muy comunes en el interior, y cuya capacidad media es de 30 m³.
El simple término de Gusa es un topónimo de Lanzarote, perteneciente al municipio de Haría y situado casi en el extremo norte del Risco de Famara, cercano ya a la Punta de los Fariones. Nombra a una pequeña zona, pero también a un morro y una fuente, siendo ésta el más famoso accidente, la Fuente de Gusa, que en la actualidad no ofrece ya ningún aprovechamiento, pero que en épocas pasadas sirvió para alivio de los habitantes de las zonas cercanas e incluso para el abastecimiento de los barcos que pasaban por el norte de la isla, según Trapero y Santana.
Chafariz quiere decir naciente de agua
Los registros de este término se han decantado por escribirlo preferentemente como Guza, con z, por una falsa interpretación del seseo canario, pero no hay tal, pues es voz de origen guanche, aseguran Trapero y Santana. Así pues, debería ser Gusa. Otro afloramiento es Chafariz, que alude al manantial ubicado en el Valle de Temisa, en Haría, donde se localiza una fuente del mismo nombre.
Chafariz es un topónimo que quiere decir naciente de agua. En Lanzarote hay dos topónimos con este nombre, ambos en el municipio de Haría. Uno es barranco del Chafarís, como variante de barranco de Temisa, y el otro es fuente el Chafarís, dentro del mismo barranco anterior.
Actualizar el inventario de los manantiales
Tampoco sería tan costosa la actualización del inventario de los manantiales existentes, de donde mana o brota el agua, así sea cuatro gotas, la descripción de su estado actual y su posterior rehabilitación. No sería mala idea limpiar bien los nacientes y su entorno de maleza, piedras y otros materiales que puedan impedir o dificultar la salida del agua y construirles pequeñas pilas de captación adosadas para que así, aunque sea gota a gota, se originen charcas que sirvan de bebederos para los animales.
Frente a esta realidad, se encuentra el agua que se obtiene mediante la desalinización del agua del mar. La propia Canal Gestión Lanzarote anunció que en 2022 se perdieron casi 15,8 millones de m³ por las redes de distribución, lo que supone el 56,42 por ciento de la producción total.
N del A.- Una vez publicado este trabajo, se nos hace llegar el ‘Informe acerca de los resultados obtenidos con el inventario de fuentes realizado en la isla de Lanzarote’, dentro de la ‘Asistencia técnica y dirección facultativa para inventario de aljibes en el entorno del malpaís de Timanfaya y los nacientes de la isla de Lanzarote’, de Alejandro del Castillo Medina, Yanira Mesa González y Carlos Soler Liceras, para el Consorcio del Agua de Lanzarote (2019), que abordaremos en una próxima entrega.
