Los agentes de Medio Ambiente, los guardianes de nuestro patrimonio natural
Lanzarote necesitaría casi duplicar su número actual de agentes (8) para tener una plantilla proporcionada con la del conjunto de Canarias
En los últimos tiempos han surgido nuevos problemas en relación con la protección del patrimonio natural de Lanzarote que han complicado extraordinariamente las tareas cotidianas de los agentes de Medio Ambiente. Se trata del acceso de turistas a lugares prohibidos con el fin de hacerse fotos exclusivas para compartirlas en sus redes sociales, invadiéndolo todo y poniendo en grave riesgo el frágil patrimonio natural insular.
En noviembre de 2021, el Cabildo de Lanzarote tan solo contaba con dos agentes de Medio Ambiente. En noviembre de ese mismo año se contrató a otros seis, sacando al cuerpo del ostracismo al que había estado sometido durante largos años. Desde entonces, nuestro patrimonio natural se siente más seguro. Formalmente, hoy es el día de esta guardería, ya que cada 31 de julio se celebra el Día Mundial de los Guardas Forestales y que tiene por objeto homenajear la labor de los guardas forestales o guardabosques.
Agentes de la autoridad
Si así fuera, felicitemos a los agentes de Medio Ambiente, a quienes les compete cumplir y hacer cumplir la normativa medio ambiental, denunciando las presuntas infracciones administrativas y delitos ambientales de las que tuvieren conocimiento. A tal fin, gozan de la condición de agentes de la autoridad y policía judicial genérica en el ámbito medio ambiental. Es decir, les compete aguantar bastante cháchara.
Los agentes de Medio Ambiente adscritos al Cabildo de Lanzarote son funcionarios que ostentan la condición de agentes de la autoridad, teniendo encomendadas legalmente las funciones de vigilancia, protección y custodia de la flora y la fauna, la riqueza cinegética, la pesca continental, el patrimonio cultural en el medio rural, los espacios naturales protegidos y el paisaje.
Timanfaya y La Graciosa
Como es sabido, ha sido un cuerpo polémico para los aficionados a los asaderos de pardelas y otros infractores habituales del patrimonio natural, pero su presencia y su labor son esenciales. En el caso de los agentes de Lanzarote se da la circunstancia de que el territorio a vigilar también comprende parte del Archipiélago Chinijo: Alegranza, Montaña Clara y los dos roques. Un territorio amplio y fragmentado. Además, hay agentes dedicados por entero a Timanfaya y La Graciosa, salvo Caleta del Sebo, ya que casi toda la isla es patrimonio público y propiedad del Estado.
La plantilla actual debe hacerse cargo de la vigilancia de una isla con doce espacios naturales protegidos que representan el 36 por ciento del territorio insular. Es decir, unas treinta mil hectáreas sin contar otras figuras de protección, como, por ejemplo, las zonas de especial protección para las aves o los lugares de interés comunitario, una figura de protección de la Unión Europea.
¿Son suficientes 8 agentes?
La defensa del medio natural y rural de las Islas es la razón de ser de las y los trabajadores de Medio Ambiente. Las funciones que desempeña este colectivo son variadas, y, además de las antes citadas referidas a la vigilancia y seguimiento medio ambiental, también apoyan la gestión del medio natural, informan a la ciudadanía y participan en actividades de seguridad y emergencias.
La pregunta es: ¿Son suficientes 8 agentes para atender las 24 horas del día y la noche, más los fines de semana, para prevenir y evitar conductas ilícitas, y custodiar, proteger y vigilar los espacios naturales protegidos, la flora y la fauna que están amenazadas y eviten los perjuicios que la flora y la fauna exóticas ocasionan al medio y las obras, edificaciones y actividades ilegales? Además, claro está, de participar en la persecución, investigación y esclarecimiento de las infracciones y delitos ambientales, todo ello en una Reserva Mundial de la Biosfera que presume a manos llenas de serlo.
Según la Asociación Española de Agentes Forestales y Medio Ambientales, en Canarias hay 170 agentes de Medio Ambiente, por lo que, atendiendo a la población, Lanzarote necesitaría multiplicar casi por dos su número actual de agentes para tener una plantilla proporcionada con la del conjunto de Canarias.
