Anaga Biofest organiza la ruta de los ‘Pies Descalzos’ en el Sendero de las Gracioseras
El festival Anaga Biofest conmemora el 30º aniversario de la declaración como Reserva de la Biosfera de Lanzarote y La Graciosa con la organización de la ruta de los ‘Pies descalzos’, que rememora los continuos viajes que las mujeres gracioseras realizaban cruzando El Río y subiendo los riscos de Famara, para vender o intercambiar el pescado en el norte de Lanzarote. La ruta se realizará este 1 de octubre y las inscripciones están abiertas en la web: https://acortar.link/Pay6fe. Se contará con el asesoramiento de Senderismo Lanzarote.
Con este sendero, marcado por su carácter sociocultural y etnográfico, se pone en valor una actividad de gran calado económico, sin la cual sería imposible entender la vida en el Archipiélago Chinijo. En esta ocasión se revivirá el camino de vuelta, partiendo desde Orzola para descender por los riscos y llegar a la costa, donde se iniciará la travesía en barco hasta La Graciosa. A lo largo del recorrido se contextualizará la importancia de esta actividad, realizada durante años entre ambas islas.
Intercambiar experiencias y vivencias
Este reconocimiento a la declaración como Reserva de la Biosfera implica el desplazamiento de una delegación de personas de la organización del Anaga Biofest, así como de agentes/proveedores vinculados a la Reserva de la Biosfera del Macizo de Anaga para intercambiar experiencias y vivencias, así como reflexionar sobre los retos y oportunidades comunes que comparten los territorios que ostenta este reconocimiento.
Esta primera iniciativa aspira a ser un referente que se posicione como alternativa a un modelo turístico agotado, que apuesta por la masificación y explotación de los recursos, sin generar un beneficio directo a los residentes en estos territorios protegidos. Anaga Biofest mantiene en su ADN, la búsqueda continuada de nuevas oportunidades de desarrollo para los sectores más tradicionales, dando valor a la aportación que estos realizan para el mantenimiento y desarrollo del propio territorio. Un modelo alejado del turista de paso, que apuesta por la inmersión en la realidad y las vivencias.
