Los animales exóticos se expanden sin control en Lanzarote
El picudo de las palmeras, las cabras sueltas en el Risco, las cotorras de Kramer o los gatos cimarrones son algunos ejemplos de fauna exótica que dañan la biodiversidad
La lista de especies de fauna exótica invasora preocupante para el conjunto de las Islas Canarias no es muy larga. Poco más de una docena de reptiles, unas pocas aves y cerca de una docena de mamíferos. Estas son las que causan alarma, pero son muchísimas más. De hecho, se han contabilizado unas 2.500 especies, incluyendo a las plantas, a través de EXOS, un banco de datos de las especies introducidas en el archipiélago canario que aglutina información técnica y administrativa, relevante desde el punto de vista de la conservación. Se encuentra en Biocan, el Banco del Inventario Natural de Canarias.
Las especies de fauna invasora están ocasionando daños sobre el patrimonio natural en Lanzarote y lo mismo sucede en todo el mundo debido a la creciente globalización y a los intensos intercambios. Los invertebrados inquietan porque traen parásitos y producen plagas; entre los mamíferos, los mayores daños los ocasionan los gatos asilvestrados y callejeros, pero también las ratas; las aves se van adueñando de espacios públicos, entre ellas la cotorra de Kramer, el periquito común y la aratinga, un ave americana de la familia de los loros; los reptiles preocupan menos, como el lagarto tizón; y entre los anfibios se observa la ranita verde.
El picudo rojo y las cabras en el Risco
Verdadero pavor ha ocasionado el picudo de las palmeras (Diocalandra frumenti) por los estragos que causa. Esta especie es originaria del sudeste asiático y los individuos de ambos sexos son atraídos hacia las palmeras, bien por estímulos visuales o químicos, penetrando en ellas a través de las heridas naturales o producidas, como la poda. Por esta razón, después una poda resulta crucial tratar la herida con pintura de aceite o resina de poda para evitar que aparezcan adultos de picudo y, con ellos, se origine una nueva contaminación. Los adultos, en general de unos siete milímetros de longitud, son de color negro con cuatro puntos grandes de color blanco rojizo, y depositan sus huevos en las galerías perforadas en el fuste y base de las hojas de las palmeras.
En fechas recientes se desató una fuerte polémica con las cabras que deambulan en libertad por la laderas del Risco de Famara. Este herbívoro causa daños enormes sobre la flora endémica, por lo que se propuso su retirada urgente de dicho Espacio Natural Protegido. No se pone en duda la existencia del ganado caprino, pero bajo condiciones reguladas y controladas. El censo de cabras de Lanzarote en 2022 registró más de 21.000 cabezas y la inmensa mayoría están estabuladas y otra parte está sometida a un pastoreo regulado. Los informes técnicos y las recomendaciones de los botánicos, aconsejan organizar apañadas para tratar de capturar el mayor número posible de ejemplares, siempre bajo estrictos criterios de bienestar animal.
Cotorra de Kramer y gatos cimarrones
Entre las aves, la cotorra Kramer (Psittacula krameri) se ha convertido en residente una vez que se importaron ejemplares como mascotas domésticas que se fugaron accidentalmente de sus jaulas o se liberaron intencionadamente. Degradan el mobiliario y las estructuras urbanas con sus nidos y excrementos y desplazan a las aves autóctonas que ocupan el mismo nicho ecológico. Las cotorras Kramer ocasionan daños a la agricultura, ya que se alimentan de frutas y hortalizas, y emiten sonidos intensos y molestos. Se requiere la colaboración ciudadana para luchar contra su expansión en el medio natural, particularmente de los coleccionistas de mascotas y los gestores y empleados de tiendas de animales.
Otro ejemplo son los gatos cimarrones, un clásico que despierta encendidas pasiones a favor y en contra. La introducción de los gatos en Canarias ha sido intencionada como animal de compañía desde la conquista del archipiélago, en el siglo XV. El problema es que lo gastos asilvestrados depredan especies amenazadas, como los lagartos gigantes de las islas o aves marinas protegidas, en competencia con otros depredadores. Además, puede transmitir enfermedades a los humanos y, en las ciudades, las colonias de gatos incontroladas crean problemas de diverso tipo.
