El Cabildo de Lanzarote se adhiere a la Red Española de Ciudades por el Clima

El Cabildo de Lanzarote ha aprobado en el pleno ordinario celebrado este viernes, por unanimidad, su adhesión a la Red Española de Ciudades por el Clima, una iniciativa de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para promover medidas contra el cambio climático que aglutina a más de 300 entidades locales.

 

La presidenta del Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo, manifiesta que “doblegar a la pandemia y recuperar la economía es nuestra prioridad como sociedad en estos momentos, pero no podemos perder de vista que el calentamiento global y el cambio climático siguen ahí y constituyen una grave amenaza para nuestra isla y para toda la humanidad”. 

Por su parte, la consejera de Medio Ambiente, Reserva de la Biosfera y Bienestar Animal, Elena Solís, afirma que “Lanzarote y La Graciosa deben ser un referente en la lucha contra el cambio climático”.. “Es primordial aplicar políticas sostenibles, respetuosas con el medio ambiente, que reviertan los efectos del calentamiento global, y es una lucha en la que debemos estar todos”, asevera. 

 

Con su adhesión a la Red Española de Ciudades por el Clima, el Cabildo de Lanzarote se compromete a aprobar un plan de actuación o estrategia local que incluya medidas en los ámbitos de energía, movilidad, gestión de residuos, edificación y planificación urbana, con la finalidad de sentar las bases institucionales para la progresiva reducción de la emisión de gases de efecto invernadero en la isla y la adaptación a los efectos del cambio climático. En concreto, dicho plan de actuación se remite a la Estrategia de Recuperación y Transformación de Lanzarote 21-24 -también llamado Plan Recupera Lanzarote 21-24-, que actualmente se encuentra en fase de Avance. 

 

Como miembro de la Red Española de Ciudades por el Clima, el Cabildo de Lanzarote deberá también asumir los compromisos adoptados en el Acuerdo de París, que establece el marco global de lucha contra el cambio climático y promueve una transición hacia la economía baja en emisiones y resiliente al cambio climático. 

 

Además, paralelamente, deberá iniciar un proceso de información y sensibilización para la participación de todos los agentes económicos y sociales y las organizaciones ciudadanas representadas en la vida insular, para su implicación en la lucha contra el cambio climático.