PATRIMONIO NATURAL

Día Mundial de los Jardines Botánicos y Lanzarote desconsolada sin nada que celebrar

Barranco de Elvira Sánchez, Haría.
Barranco de Elvira Sánchez, Haría.

Siendo Nicolás de Páiz presidente, el Cabildo adquirió más de un millón de metros cuadrados de terrenos en el Barranco de Elvira Sánchez para crear un Jardín Botánico

Día Mundial de los Jardines Botánicos y Lanzarote desconsolada sin nada que celebrar

Hoy es el Día Mundial de los Jardines Botánicos y se dedica a divulgar la importancia de los jardines botánicos y su contribución significativa a la conservación de la diversidad vegetal. Por lo tanto, Lanzarote no tiene nada que celebrar. Esta efeméride se conmemora el segundo viernes del mes de octubre con la finalidad de promover la conservación de estos espacios. Un Jardín Botánico es una institución que conserva colecciones de plantas, mantenidas y ordenadas científicamente.

En Lanzarote no ha habido tiempo para ocuparse de estos menesteres en los últimos 30 y pico años a pesar de que el macizo de Famara alberga el mayor número de plantas exclusivas por kilómetro cuadrado de todo el ámbito europeo. En un espacio tan excepcional para la flora discurre el Barranco de Elvira Sánchez, que arranca de las inmediaciones de El Bosquecillo y viene a morir en el Valle de Haría, en las cercanías de la vertiente norte de las curvas de Malpaso. El macizo de Famara es un santuario para la botánica y el barranco de Elvira Sánchez es su mejor exponente.

Nicolás de Páiz y Estanislao González

Siendo Nicolás de Páiz (1987-1991) presidente por segunda vez, el Cabildo adquirió más de un millón de metros cuadrados de terrenos en el Barranco de Elvira Sánchez. La idea era crear un Jardín Botánico en la hondonada que llevaría el nombre de Estanislao González Ferrer (Lanzarote, 1930-2000). Se pretendía así tributar homenaje a este experto en la flora de la isla y cuya contribución fue esencial, como responsable botánico, en la creación del Jardín de Cactus en estrecha colaboración con César Manrique. Estanislao se encargó de la selección y recolección de las plantas suculentas.

El proyecto de Jardín Botánico registró otros avances. Se construyó en la zona un pequeño centro de interpretación, de unos 200 metros cuadrados de superficie, cuya función principal sería contribuir al estudio y conocimiento de la flora. En el Vivero de unos 1.000 metros cuadrados, situado en la Granja Agrícola Experimental y creado a petición de Estanislao González, se venía reproduciendo flora autóctona para ir repoblando el futuro Jardín Botánico.

Más de 70 endemismos canarios

Sin asesoramiento, Lalo Betancort, Alejandro Perdomo, Carlos Toribio y Guillermo Perdomo recolectaron semillas y realizaron infinidad de ensayos hasta que reprodujeron en el Vivero más de cincuenta especies distintas. Muchas plantas se destinaron a repoblar los márgenes de las carreteras insulares.

La flora de Lanzarote contabiliza 16 endemismos insulares, es decir, plantas que sólo existen aquí, a los que se suman más de 70 endemismos canarios. La mayor parte se localiza en el Risco de Famara, cuya altitud, orientación, aislamiento ecológico y difícil acceso posibilitan la presencia de la mayoría de los endemismos registrados. Cabras sueltas mediante. Elvira Sánchez forma parte de este ecosistema, con la peculiaridad de que aquí se encuentra, de forma accesible, la mayor parte de la vegetación endémica que singulariza Famara. De ahí su elección para situar el Jardín Botánico Insular.

Repoblación en Elvira Sánchez

En esta zona se realizó una discutible repoblación, tiempo ha, con especies foráneas como acacias y dos variedades de pinos: canarios y carrascos. La parte baja del barranco, de laderas de pendiente moderada, ha sido utilizada históricamente como terrazas de cultivo, hoy prácticamente abandonadas, aunque dio lugar a un paisaje humanizado de gran belleza. Pero, como tantas y tantas veces sucede en esta isla, la falta de continuidad y la [falta de] ignorancia, o ambas, han ido enterrando aquella iniciativa, que es hoy pasto del olvido.

El Vivero desapareció y los ejemplares autóctonos plantados en los márgenes de las carreteras no abundan, precisamente. Estanislao González, Alejandro Perdomo, Guillermo Perdomo y Agustín Pallarés, que tenían por costumbre salir al campo para reconocer y registrar la flora que se encontraban, hace muchos años que dejaron de recorrer la isla juntos. Pero los discípulos y amigos de Estanislao González descubrieron una planta y, en su honor, la llamaron Helianthemum gonzalezferreri. Quizá algún siglo de estos concluya el proyecto.

El Jardín Canario y el Botánico 

En Canarias sobresalen dos jardines botánicos. El Jardín Canario ‘Viera y Clavijo’ se encuentra en Gran Canaria y lleva el nombre del pionero de las Ciencias de la Naturaleza en el archipiélago. Está dedicado principalmente a las flores y plantas endémicas de las siete islas, incluyendo además especies de la Macaronesia. Fundado en 1952, ocupa una extensión de 27 hectáreas.
El Jardín Botánico de Puerto de la Cruz, conocido como ‘El Botánico’, tiene sus orígenes en 1788. Los científicos recolectores en las colonias españolas del Nuevo Mundo debían de reunir plantas exóticas en este jardín para, después de un período de aclimatación, trasladarlas a los jardines reales de Madrid y Aranjuez. De ahí su nombre de Jardín de Aclimatación. El Parque García Sanabria, situado en el centro de Santa Cruz de Tenerife, también es considerado un auténtico Jardín Botánico.

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