MEDIO AMBIENTE

Por mar y tierra, 55 personas participaron en la limpieza de Playa Flamingo

La iniciativa incluyó un taller infantil sobre microplásticos impartido por personal de la Oficina de la Reserva de la Biosfera.

Por mar y tierra, 55 personas participaron en la limpieza de Playa Flamingo

Un total de 55 voluntarios, entre buzos y personal de tierra, realizaron en la mañana de este sábado una intensa batida por la zona de playa, fondo marino y paseo marítimo de Playa Flamingo y alrededores, en la localidad turística de Playa Blanca, para retirar todos los residuos encontrados a su paso en una nueva jornada de limpieza y concienciación impulsada por las empresas sureñas Pura Vida y Kayak Lanzarote con la colaboración del Ayuntamiento de Yaiza.

La acción se inició en las instalaciones de Pura Vida con una pequeña charla para organizar grupos, repartir el material y distribuir las diferentes zonas a limpiar, en la que desde la organización se remarcó la importancia de que la sociedad civil, empresa privada e instituciones “vayan de la mano para tener un municipio que respete la Reserva de la Biosfera que es Lanzarote” y que “no se trata solo de sacar la basura sino de enseñar a todos los que nos van a ver hoy que no deben tirar desechos y que es necesario un consumo más responsable, con menos plástico y tratando de reutilizar y reciclar”.

Colillas, papeles, mascarillas, latas y botellas

La concejala de Medio Ambiente, Águeda Cedrés, además de suscribir esas palabras, quiso agradecer “a todos los voluntarios su asistencia” y a las empresas organizadoras “su compromiso” para finalizar apuntando que “es una gran alegría para mí terminar el año con una acción de apoyo al medio ambiente”.

Tras la reunión, las familias voluntarias de la limpieza de tierra comenzaron con la batida por el paseo marítimo desde el Centro Comercial Punta Limones, donde se sitúa Pura Vida, hasta pasada la playa de Flamingo, donde se empeñaron a fondo en la zona de arena, muros de piedra y rocas, en las que se concentra mayor número de colillas, papeles, mascarillas, latas y botellas.

Los buceadores, por su parte, se dividieron en dos grupos de diez, comenzando uno de ellos desde la zona de ‘El Emisario’, habitual de pescadores y en la que suelen concentrarse muchos anzuelos, cabos y plomo, siendo este último un residuo muy contaminante que además de retirarlo del mar en Pura Vida lo funden para reutilizarlo como peso en los cinturones de buceo. Tras batir toda esa zona y la que la separa de Playa de Flamingo, se unieron al otro grupo, dedicado de forma intensa al fondo marino de la playa, para apoyarles en la zona y dar por finalizada la jornada reuniéndose con los voluntarios de tierra.

Entre los elementos retirados del fondo marino, además de los ya mencionados útiles de pesca, también encontraron un ancla, trozos de tubería, latas, cables y botellas de plástico. 

Taller infantil de Microplásticos

Mientras los buzos finalizaban su labor, los más pequeños participaron con entusiasmo de un taller de microplásticos impartido por personal de la Oficina de la Reserva de la Biosfera, que de forma amena y a través de diversos juegos les explicaron qué son y cómo se forman los microplásticos y las consecuencias de su existencia en el fondo marino, finalizando la actividad con una mini sesión de yoga.

En este sentido, la concejala Águeda Cedrés adelanta que el próximo viernes, 17 de diciembre, miembros de la Oficina de la Reserva de la Biosfera realizarán un taller con cuentacuentos sobre el medio marino y su contaminación en el CEIP Mararía, una actividad que proyecta llevar a cabo el próximo año en el resto de centros escolares del municipio. Cedrés subraya la importancia de la concienciación y “sobre todo a los más pequeños, que son el futuro, y porque, además, ellos mismos llevan luego esa concienciación a padres y abuelos”.

Por su parte, la organización confirma que retoma las acciones de limpieza periódicas y que para el 2022 tienen previsto realizar cuatro, concretamente los sábados 12 de febrero, 7 de mayo, 8 de octubre y 10 de diciembre. Al finalizar el acto, voluntarios y voluntarias de mar y tierra se unieron para la foto de familia y reponer fuerzas con un bocadillo que repartió la organización.   

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