Crisis habitacional
La angustia de Anaís: en silla de ruedas, pendiente de cirugía y con anuncio de desahucio
Anaís, que se encuentra en una situación delicada de salud, deberá abandonar su casa el 30 de diciembre
"No me quiero ver en la calle". Anaís está en silla de ruedas desde que sufrió un atropello en el año 2019 que le produjo múltiples problemas de salud, que no puede afrontar con tranquilidad porque el 30 de diciembre tiene que abandonar la casa en la que vive; en realidad, un garaje reconvertido en la calle Jaime I del barrio de San Francisco Javier, en Arrecife.
El propietario, al que no conoce porque pagaba a otra persona que resultó finalmente que no era dueña de la casa, quiere recuperar todo el edificio donde vivían 17 familias y donde hay viviendas en malas condiciones. El de Anaís, cuya casa no tiene ni ventanas, es el primero de los desahucios previstos.
"He ido a muchas agencias (inmobiliarias) pero es que no hay casas y, como está la situación, los dueños no tienen confianza", explica Anaís a EFE en la puerta de su casa.
Además, ella necesita una vivienda sin escaleras o adaptada a sus circunstancias, lo que complica más la búsqueda porque el mercado de la vivienda para alquiler de larga estancia en Lanzarote es muy limitado.
Elda Bentacort, portavoz de la Plataforma por una Vivienda Digna en Lanzarote, defiende que "alguien tiene que dar respuesta a esta situación” y explica que el caso ya lo conocen tanto los servicios sociales de Arrecife como la Dirección General de Vivienda del Gobierno canario, que aseguran que no hay casas disponibles para ella.
"Acaba de sufrir una operación y está pendiente de otra y no es la mejor forma de afrontar esta situación", dice Betancort, que añade que, "por los nervios, se le sube el azúcar y tiene riesgo de que le tengan que amputar una pierna".
Anaís asegura que también padece del corazón, que tiene las arterias obstruidas y que necesita estar lo más tranquila posible.
Se encontraba en el listado para ser beneficiaria de una de las viviendas sociales que están construyendo en Maneje, pero hace tres meses le concedieron una pensión por la invalidez permanente y ahora "se pasa por 20 euros de la cantidad máxima que se permite para acceder a esas viviendas”, asegura Elsa Betancort.
El propietario, al que no conoce porque pagaba a otra persona que resultó finalmente que no era dueña de la casa, quiere recuperar todo el edificio donde vivían 17 familias y donde hay viviendas en malas condiciones. El de Anaís, cuya casa no tiene ni ventanas, es el primero de los desahucios previstos.
"He ido a muchas agencias (inmobiliarias) pero es que no hay casas y, como está la situación, los dueños no tienen confianza", explica Anaís a EFE en la puerta de su casa.
Además, ella necesita una vivienda sin escaleras o adaptada a sus circunstancias, lo que complica más la búsqueda porque el mercado de la vivienda para alquiler de larga estancia en Lanzarote es muy limitado.
Elda Bentacort, portavoz de la Plataforma por una Vivienda Digna en Lanzarote, defiende que "alguien tiene que dar respuesta a esta situación” y explica que el caso ya lo conocen tanto los servicios sociales de Arrecife como la Dirección General de Vivienda del Gobierno canario, que aseguran que no hay casas disponibles para ella.
"Acaba de sufrir una operación y está pendiente de otra y no es la mejor forma de afrontar esta situación", dice Betancort, que añade que, "por los nervios, se le sube el azúcar y tiene riesgo de que le tengan que amputar una pierna".
Anaís asegura que también padece del corazón, que tiene las arterias obstruidas y que necesita estar lo más tranquila posible.
Se encontraba en el listado para ser beneficiaria de una de las viviendas sociales que están construyendo en Maneje, pero hace tres meses le concedieron una pensión por la invalidez permanente y ahora "se pasa por 20 euros de la cantidad máxima que se permite para acceder a esas viviendas”, asegura Elsa Betancort.