Aprobado por unanimidad

Arrecife aprueba un Plan Estratégico para impulsar la cultura

Alcaldesa y concejala en el pleno de Arrecife
Alcaldesa y concejala en el pleno de Arrecife

La hoja de ruta define las líneas maestras para mejorar el futuro de la ciudad activando los sectores culturales y creativos

Arrecife aprueba un Plan Estratégico para impulsar la cultura

El pleno del Ayuntamiento de Arrecife aprobó por unanimidad en su última sesión celebrada el pasado 29 de abril, el Plan Estratégico de Cultura de Arrecife, hoja de ruta que define las líneas maestras de futuro para la ciudad en el ámbito cultural.

En este sentido, la alcaldesa de Arrecife, Astrid Pérez, ha destacado la importancia de aprobar un plan “por unanimidad y con el consenso de todos los grupos, que permitirá impulsar la actividad cultural de Arrecife, modernizar el proceso y dar respuesta a la demanda ciudadana de reforzar nuestra política cultural, un sector al que la tercera capital de Canarias no puede dar la espalda”.

Por su parte, la concejal de Cultura, Abigail González, ha explicado que el plan en sí está pensado y dirigido a la ciudadanía “que es el destinatario final de este proyecto, que pretende poner la cultura y la creatividad al servicio de un nuevo modelo de desarrollo urbano de Arrecife en mejores condiciones de equidad, sostenibilidad y justicia social”.

Por otro lado, la concejal de Cultura capitalina quiso resaltar la importancia que para el desarrollo del plan estratégico tienen los agentes culturales porque “es obvio que es imposible armar una política cultural pública sin contar con la totalidad de los agentes culturales locales. Necesitamos a los creadores y a las asociaciones, a las empresas productoras de eventos y a las de servicios, al comercio especializado y las plataformas de internacionalización. Todos son imprescindibles para implementar esta nueva orientación: en lugar de hacer política sector a sector, hacer una política integral”.

El Plan Estratégico de Cultura de Arrecife permitirá construir de manera compartida entre agentes culturales, analistas del sistema cultural, administradores públicos de la cultura y el conjunto de la ciudadanía, una batería de programas y acciones –a partir de un diagnóstico riguroso y fundamentado y desde un consenso básico– orientados al logro de una serie de objetivos claramente definidos en el propio plan.

Los objetivos que persigue el plan se sintetizan en satisfacer los derechos culturales de la ciudadanía, facilitando el acceso y la participación a la cultura; su empoderamiento cultural, ofreciendo experiencias capacitivas que desarrollen el capital humano y el bienestar individual a través de la creatividad; afrontar los retos sociales, difundiendo valores como la cultura de la paz, la inclusión, la diversidad, o el diálogo intercultural, entre otros; satisfacer objetivos económicos como la generación de empleo y renta con impactos sobre el ecosistema de innovación y la productividad o la capacidad de las intervenciones culturales para poner en marcha procesos de renovación urbana o rural; y finalmente, aprovechar la capacidad de la dimensión cultural de afectar a la atractividad de los territorios, tanto mediante el turismo como también mediante los flujos de inversiones y de personas cualificadas.

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