Elemento cristiano

Los populares exigen que se inicie el procedimiento para la resignificación de La Cruz de la plaza

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El Partido Popular de Lanzarote reitera la necesidad de que la Cruz de la Plaza Las Palmas vuelva a su lugar para salvaguardar el patrimonio y la historia de Arrecife 
Los populares exigen que se inicie el procedimiento para la resignificación de La Cruz de la plaza

El Partido Popular de Lanzarote reitera su compromiso en que la Plaza de Las Palmas de Arrecife, una vez finalicen las obras de transformación de este enclave de la capital, recupere la tradicional e histórica cruz situada en el centro de la plaza.

En este sentido, la secretaria general del Partido Popular de Lanzarote insiste en el procedimiento de resignificación del monolito en su conjunto que, conforme a la ley actual de memoria democrática, tiene cabida en función de lo que ha significado el elemento para la historia de la ciudad. “¿Qué pensarían los arrecifeños que ya no están con nosotros al saber que hemos conseguido rehabilitar la plaza pero que se elimina la cruz?”, se pregunta Tovar.

Tovar apunta en que la cruz “no representaba ningún símbolo político ni ideológico, sino que era un elemento cristiano, cultural y tradicional que ha acompañado la historia colectiva de los arrecifeños durante más de siete décadas”. “Una cruz es una cruz, y lo que no vamos a tolerar es que se elimine un elemento que ha convivido con generaciones de arrecifeños y lanzaroteños”, añade.

Por ello, los populares insisten en la necesidad de resignificar el monumento y devolverlo a su emplazamiento original, como un gesto de respeto hacia la historia, la fe y las tradiciones de la capital lanzaroteña. 

“La cruz de la Plaza de Las Palmas y el monolito en su conjunto ha sido durante generaciones un punto de referencia y de unión para los vecinos de Arrecife. Su eliminación, sin consenso ni sensibilidad hacia la ciudadanía, supuso una fractura innecesaria. Desde el Partido Popular seguimos defendiendo que debe ser resignificada y restituida en su lugar”, señalaron los populares lanzaroteños, asevera. 

“Lanzarote siempre ha sido ejemplo de convivencia, respeto y equilibrio entre las tradiciones y la modernidad. Por eso, queremos que este símbolo, lejos de dividir, vuelva a ser un elemento de unión y orgullo para todos los arrecifeños”, concluye Tovar. 

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