Por el bienestar urbano

Arrecife, la ciudad menos saludable de España

El entorno de la iglesia patronal de Arrecife luce en sus zonas verdes flores de Pascua.
El entorno de la iglesia patronal de Arrecife luce en sus zonas verdes flores de Pascua.

Según un estudio médico internacional, Arrecife, capital de Lanzarote, es el municipio con la peor puntuación en estilo de vida saludable

Arrecife, la ciudad menos saludable de España

Arrecife, la capital de Lanzarote, se posiciona como una de las ciudades con peor estilo de vida del país, según un estudio elaborado por ZAVA, un servicio médico digital con sede en diferentes países europeos. 

La investigación analizó más de 200 ciudades españolas con poblaciones superior a 17.000 habitantes, evaluando diversos indicadores que influyen en el bienestar y en la salud pública de los urbanitas. El objetivo del estudio fue medir los factores que condicionan la calidad de vida en las ciudades, entre ellos: número de parques y zonas verdes, cantidad de gimnasios, rutas para caminar o practicar deporte, presencia de comercios de comida saludable o rápida y, por último, la calidad del aire.

Los resultados dejaron a Arrecife en el último puesto del ranking nacional, con una puntuación de 4,34 sobre 10, postulándose como la ciudad menos saludable de España. Entre los motivos, el estudio señala la escasez de zonas verdes y espacios dirigidos hacia la actividad física; la falta de vías para caminar o ejercitarse y la conquista de locales de comida rápida frente a la oferta de opción saludable. Además, la calidad del aire, que ha incrementado a peor por el crecimiento de la isla y las pocas medidas preventivas por parte de las administraciones, reducen el bienestar general de los habitantes.

“Es necesario buscar alternativas para motivar a la población al ejercicio físico, y las ciudades deben facilitarlo. Faltan parques, gimnasios públicos y zonas de ocio deportivo al aire libre”, señala Gloria Espino de León, nutricionista clínica. “En un viaje a otra isla, me percaté de que en casi todos los municipios hay maquinaria deportiva en los parques. Eso despierta la intención y las ganas de cambiar”, añade.

La profesional también advierte sobre el impacto del ritmo de vida urbana en los hábitos de alimentación: “Arrecife es una ciudad donde mucha gente viene a trabajar y los traslados restan tiempo. Cocinar es muy importante, pero muchas personas tiran de bocadillos o ensaladas preparadas. Un día no pasa nada, pero si se convierte en rutina, aparecen desajustes, cansancio y estrés.”

La nutricionista, Gloria Espino de León, insiste en que los cambios de hábito requieren tiempo y constancia y que, por tanto, es importante no tirar la toalla: “No hay que tirar la toalla por no ver resultados inmediatos. Los buenos hábitos se construyen poco a poco: deporte, descanso y alimentación. Y no existe un “súper alimento”. No se pueden sustituir las legumbres o platos de cuchara por cereales, avena o frutos secos. Son complementos, no sustitutos.”

Gloria Espino también añade que “cuidarnos implica mantener un balance entre el peso, las hormonas y la salud digestiva, pero también rodearnos de personas que nos aporten positividad.” En cuanto a la infraestructura urbana, la experta destaca que “en una ciudad como Arrecife, no hay un incentivo real para usar bicicleta. Apenas existen carriles bici, y la gente recurre al patinete eléctrico, que no fomenta la actividad física.”

En resumen, Arrecife cuenta con un entorno privilegiado, pero la ciudad arrastra déficits estructurales en salud pública urbana: pocas zonas verdes, dependencia del coche y una alta concentración de población que demanda tanto físicamente como emocionalmente espacios adaptados hacia un estilo de vida activo y equilibrado.

Comentarios