Decae la alarma y empieza el caos: Canarias, pendiente del Tribunal para sus restricciones

Sin estado de alarma, las decisiones que tienen que ver con los derechos fundamentales de los ciudadanos necesitan la autorización de los tribunales.  En este caso, se refiere al toque de queda nocturno, los cierres perimetrales, el límite de personas en reuniones sociales y los aforos en lugares de culto, como iglesias y templos. 

 

Anoche venció el estado de alarma y  con ello llegaron las primeras imágenes de la irresponsabilidad: fiestas, gente sin mascarilla, aglomeraciones...  En el caso de Canarias, ya había anunciado el presidente que el archipiélago continuaría con ciertas medidas para contener la pandemia. De este modo, si el Tribunal Superior de Justicia da el visto bueno, las medidas que se aplicarán en Canarias serán las mismas que hasta ahora, en función al nivel de alerta en el que se encuentre cada isla.

 

 

En general, Canarias eliminará el cierre perimetral de todo el territorio. Sin embargo, en las islas que en algún momento estén en nivel 3 y 4 de alerta (que actualmente no es ninguna), estaría prohibido entrar o salir de su territorio salvo causas justificadas, como son ir a trabajar, cuidar de personas mayores, ir al médico o volver al lugar de residencia habitual.

 

Además, hay otra regla que permitiría entrar en un territorio confinado. Se trata de presentar una prueba diagnóstica negativa en coronavirus realizada durante las 72 horas previas.

 

Pero la prueba diagnóstica de coronavirus será también obligatoria para entrar en todo el territorio canario. Así, para entrar a las Islas Canarias la normativa vigente indica que los viajeros que vengan de otras comunidades o ciudades autónomas españolas, así como terceros países, o bien deben presentar una prueba PDIA (PCR o TMA) por SARS-Cov-2 con resultado negativo de 72 horas o, por otro lado, realizar 10 días de aislamiento.

 

 

Si la justicia lo permite, Canarias quiere aplicar el toque de queda desde las 23:00 a las 6:00 horas en las islas que estén en alerta 3 (semáforo rojo) y alerta 2 (semáforo ámbar), que actualmente son Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote, La Graciosa y El Hierro. Por otro lado, se aplicaría de 00:00 a 6:00 horas en las islas en alerta 1 (semáforo verde), que actualmente son Fuerteventura, La Gomera y La Palma.

 

En cuanto a la alerta 4 (marrón), el toque de queda se adelantaría a las 22 horas y todas las actividades no esenciales deberían terminar a las 18 horas. Actualmente no hay ninguna isla en dicha situación.

 

 

El límite de personas en reuniones sociales, tanto en interior como en exterior, también variaría según el número de alerta que esté viviendo la isla.

 

Por lo tanto, según el Gobierno canario y si el Tribunal Superior lo avala, se limitaría a 10 personas en islas en alerta 1 (semáforo verde) y a 6 personas en islas que estén en alerta 2 (semáforo ámbar). El límite se reduciría a cuatro personas en islas en alerta 3 (semáforo rojo) y a 2 personas en islas en alerta 4 (semáforo marrón). Siempre estaría permitido superar el límite si se trata de personas convivientes.

 

 

Otra medida que también necesitaría el aval de la justicia es el aforo en los lugares de culto. El Gobierno de Canarias propone que sea del 75% en islas en alerta 1 (semáforo verde), 50% en alerta 2 (amarillo) y 33% en alertas 3 y 4 (rojo y marrón). En velatorios y entierros al aire libre, se pretende autorizar un máximo de 20 personas en todos los niveles de alerta, reduciéndose siempre a 10 en interior.

 

Por otro lado, los aforos en otros sectores económicos no necesitan ser aprobadas por la justicia, por lo que el Ejecutivo canario las comenzará a aplicar a partir de mañana.

 

Estos aforos también funcionarán en base a los semáforos de alerta. En el comercio, el aforo para los negocios minoristas será del 50%, en alerta 1 (semáforo verde), 33% en alerta 2 y 3 (semáforos ámbar y rojo) y 25% en alerta 4 (semáforo marrón).

 

En los centros comerciales, el aforo autorizado será del 33% en las alertas 1, 2 3 (semáforos verde, ámbar y rojo) y del 25% en alerta 4 (marrón).

 

En lo que refiere a gimnasios e instalaciones deportivas de interior, el aforo estará fijado en 75% en alerta 1 (semáforo verde), 50% alerta 2 (semáforo ámbar), 33 % en alerta 3 (semáforo rojo) y quedará prohibida la actividad en alerta 4 (semáforo marrón).

 

 

El Gobierno canario ha acordado que la hostelería cierre de acuerdo con el toque de queda que se mantenga en cada isla, por lo tanto, variará entre las 22, 23 y 00 horas.

 

Además, solo se autorizarán clientes en el interior de los bares y restaurantes en los niveles de alerta 1 (semáforo verde), siempre respetando un aforo máximo de 75%, y en el nivel 2 (ámbar), llenando hasta un 50 % del aforo.

 

En cuanto a las terrazas, se autoriza su apertura en todos los niveles, pero con estos límites: 75% de aforo y 10 comensales por mesa en alerta 1, semáforo verde; 75% de aforo y 6 comensales por mesa en alerta 2, semáforo ámbar y 50% de aforo y 4 comensales por mesa, en alertas 3 y 4, que se refieren a los semáforos rojo y marrón.

 

Además, los restaurantes de las islas que estén en alertas 1 y 2 (verde y naranja) deben registrar a los clientes que coman en su interior con los siguientes datos: nombre completo, DNI, fecha y hora del servicio. De este modo, se facilita el seguimiento de posibles contactos si hubiera un positivo en coronavirus.

 

 

Por último, en cuanto a los comedores en interior, estos tendrán una excepción para los hoteles, puesto que podrán utilizarse en todos los niveles de alerta, aunque con estos límites: 75% y máximo 10 personas por mesa, en alerta 1 (verde); 50% y 6 personas, en alerta 2 (naranja); y 33% y 4 personas, en alertas 3 y 4 (rojo y marrón).

 

El TSJC tiene un plazo de tres días para decidir si avala o tumba las medidas, por lo que, como máximo, puede pronunciarse el lunes, 10 de mayo. En caso de que el Tribunal Superior tumbe las restricciones, el Gobierno enviará las mismas medidas al Tribunal Supremo, que tendrá cinco días para resolver el recurso y es quien dictará la última palabra.

 

El tribunal ya se ha pronunciado en otras comunidades, rechazando en algunas y aceptando en otras determinadas medidas. Todo esto ha provocado un caos jurídico, dando lugar a distintos modelos de restricciones en función a lo que haya solicitado cada una de las comunidades.