SANIDAD

El Obispo de Canarias: 'Quitarse la vida es un poder, puedes abrir el gas, o tirarte a las vías del tren'

Además de criticar la eutanasia, ha lamentado la "barbaridad" que supone que una menor pueda abortar sin contar con sus padres: "Puede haber una perforación de útero y qué: ¿llamamos luego a la madre porque le hemos hecho un aborto a su hija porque la niña se empeñó?

El Obispo de Canarias: 'Quitarse la vida es un poder, puedes abrir el gas, o tirarte a las vías del tren'

El Obispo de Canarias y presidente de la subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, José Mazuelos, ha criticado el "individualismo radical" que impregna la ley de eutanasia y que obliga a los médicos a "matar", cuando "quitarse la vida es un poder que todos tenemos": "Te puedes tirar por la Giralda".
 
En un encuentro con periodistas para presentar los trabajos de esta subcomisión, el obispo José Mazuelos, de la Diócesis de Canarias, ha criticado duramente la ley de eutanasia, recientemente aprobada, a la que ha calificado de "inhumana", y ha destacado que la pandemia ha demostrado que todos tenemos una dimensión social.
 
"Todos dependemos de los demás y tenemos que sacrificar parte de nuestra libertad por el bien de los demás", ha apuntado Mazuelos, que ha denunciado que la ley de eutanasia defiende que "yo hago con mi vida lo que me da la gana. Eso sí, tienes que venir tú a matarme, tiene que venir el Estado a través de los médicos".
 
La norma -argumenta- reivindica el derecho a la muerte desde un "individualismo radical", pero luego apela a la dimensión social para obligar a los médicos a ejecutarla. "Matarse se puede matar todo el que quiera. Quitarse la vida es un poder que todos tenemos: abrimos el gas y nos quedamos dormiditos la mar de dulce, o te puedes tirar por la Giralda, o tirar a las vías del tren", ha dicho.
 
Y sin embargo, "¿por qué tiene que ser la sociedad y los médicos los que tienen que llevar adelante eso, como un derecho y como una obligación?", se ha preguntado. Por ello, ha pedido coherencia y ha advertido de que si la pandemia ha demostrado algo, es que "es mentira decir, 'mi vida es mía y sólo mía'".
 
Esta semana, la subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida ha presentado a los obispos de la Conferencia Episcopal su propuesta de testamento vital y de últimas voluntades, en el que la Iglesia se muestra en contra del encarnizamiento terapéutico y la eutanasia y apuesta por los cuidados paliativos.
 
Mazuelos ha criticado la libertad a la que apela la ley de eutanasia, porque -a su juicio- no es tal cuando se carece de cuidados paliativos o cuando el enfermo se ve condicionado por la familia, por el desprecio o por la culpa de una persona anciana o enferma por ser una carga. "La libertad hay que ponerla en cuarentena", ha advertido.
 
Y se ha referido a las personas que pierden la consciencia y para los que la ley establece que es su familia y su médico quienes deciden por él, pero "deja la puerta abierta para que pueda serlo el Estado". "Mañana el Estado puede decir que todos los enfermos que pierdan la consciencia y sean enfermos crónicos no recibirán más tratamiento. Ahí es donde tenemos que defender el testamento vital" para que, si se pierde la consciencia, sea una persona elegida por el paciente el que decida.
 
Ha advertido de que esta ley se puede convertir en un "arma de doble filo" que "puede aparentar que es una ley que trae democracia y libertad" y en realidad "se va a volver contra los más débiles". Además, ha denunciado que la izquierda viene usando el "neocapitalismo salvaje para imponernos leyes" que no defienden a los más necesitados, sino que conseguirán que quienes tengan dinero puedan pagarse unos buenos cuidados paliativos "y los pobrecitos del pueblo, no".
 
"Va a pasar como con la ley de dependencia: muy bien establecido en la ley, pero luego no va a haber dinero para ponerla en práctica, porque es mas fácil y económico un pinchacito", ha advertido.
 
Mazuelos ha criticado también a la ministra de Igualdad, Irene Montero, por su anunciada reforma de la ley de aborto para permitir que las chicas de 16 años puedan interrumpir su embarazo sin el consentimiento paterno. "Y si luego hay una complicación, ¿qué? ¿Va a ir la ministra al hospital a cuidar a la niña o tienen que ir los padres a cuidarla?", ha espetado.
 
Ha lamentado la falta de coherencia y la "barbaridad" que supone que una menor pueda abortar sin contar con sus padres y ha advertido de que en una intervención de estas características puede haber complicaciones. "Puede haber una perforación de útero y qué: ¿llamamos luego a la madre porque le hemos hecho un aborto a su hija porque la niña se empeñó...? Pongamos los pies en la tierra", ha reclamado.
 
Ha lamentado también las acusaciones de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, que criticó a la Iglesia por la ocultación de casos de abusos sexuales a menores, y le ha afeado que en la ley de protección a la infancia no proteja a los niños y niñas que pueden cambiar de sexo sin consentimiento paterno. "¿Por qué a esos niños y niñas no hay que respetarles?". 

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