Arrecife, destino ¿qué? Un vídeo promocional de la ciudad

El vídeo es un buen trabajo, que logra imágenes atractivas con el objeto de captar la atención de potenciales visitantes. Pinceladas de espacios, principalmente vinculados al mar, pretenden enganchar al espectador, y creo que lo logra. Ahora bien, el vídeo es un buen trabajo pero un discutible producto que rozaría el fraude. No porque haya imágenes trucadas o falsas, pero sí engañosas. El vídeo de Arrecife no muestra Arrecife, y cuando lo hace es un fragmento corto y rápido con mar antes y mar después. No se ve la actividad callejera, la vida comercial, la arquitectura que prolifera en la ciudad (la mala arquitectura), pero nos muestra piraguas en el Charco,  la hamaca amarrada entre dos cocoteros en el Reducto, un castillo ahora y otro después, y  todo imbuido de un barniz que roza lo idílico.

 

 

Pero, ¿cómo se puede engañar si las imágenes son auténticas? La clave está en lo que se oculta, no en lo que se ve. Para entenderlo, sería como mostrar un breve fragmento del cuerpo humano que resulte atractivo para pretender vender como bella a una persona que es deforme, o que carece de un conjunto armonioso. Si esta persona se publicitara, lograra captar admiradores que concertaran una cita, y finalmente esa cita se produjera, concluiríamos en que alguien se sentiría estafado. Y muy cabreado.

 

Desconozco si el concejal del área se cree que el vídeo retrata la ciudad, pero me temo que el técnico que lo realiza y el propio concejal saben lo que está vendiendo, porque, en caso contrario, saldría la pura realidad, toda la miseria y abandono, el patrimonio que no hay y del que habla la alcaldesa. Si pusieran lo que realmente se aprecia en la ciudad, de la alcaldesa para abajo tendrían claro que no se comerían una rosca. Por eso se han conchabado para colocar en Madrid un producto que es un engaño.

 

No quiero pensar en la cara de los turistas que lleguen atraídos por la campaña, pero imagino lo que puede salir de esas bocas.