CÉSAR MANRIQUE. 100 AÑOS DE VIDA
Casa del Campesino y Fecundidad: César, artes plásticas y arquitectura popular

La escultura está realizada con réplicas de depósitos de barcos y grandes tubos de acero pintados de blanco y ensamblados entre sí.
El conjunto arquitectónico de la Casa-Museo del Campesino y el Monumento a la Fecundidad se alza en el centro geográfico de la isla, en una encrucijada de caminos que separa territorios agrícolas radicalmente distintos. El emplazamiento de la obra cobra especial sentido si se tiene en cuenta que hacia el poniente de la misma comienza La Geria, el paisaje agrario que mejor ejemplifica el esfuerzo del agricultor lanzaroteño por obtener frutos de los terrenos sepultados por la ceniza volcánica.
El conjunto reúne artes plásticas y arquitectura popular para rendir un homenaje a la figura emblemática del agricultor, así como al propio patrimonio cultural de Lanzarote y a la cultura del campo en particular. Esta línea de trabajo la desarrollaría también el artista en su libro Lanzarote arquitectura inédita.
Fecundidad: Su carácter abstracto y grandes dimensiones generaría gran polémica y críticas
En 1968, al concluir el restaurante El Diablo, el mismo equipo de Vías y Obras del Cabildo que había estado trabajando en las Montañas del Fuego se desplaza a las cercanías del caserío de Mozaga para acometer una nueva intervención. La Mancomunidad Interinsular de Cabildos pone en manos de César Manrique la concepción y el desarrollo de “esta ambiciosa obra que inmortalizará la titánica faena de nuestro campesinado”. En mayo está prácticamente terminada la maqueta-proyecto de un monumento moderno creado por el artista para rendir tributo a la labor del campesino lanzaroteño. Poco después, en junio, se aprecia el armazón de la pieza escultórica junto al cruce de Mozaga, cuyo carácter abstracto y grandes dimensiones generaría gran polémica y críticas a César Manrique, ya que desde algunos sectores se demandaba una obra figurativa. La controversia pública se zanjó cuando la obra de Manrique fue defendida en los medios de comunicación por Manolo Millares y Camilo José Cela, entre otros.
Para llevar a cabo el conjunto arquitectónico se parte de un plano realizado a partir de un croquis dibujado por César a mano alzada, como en él era habitual. El arquitecto Eduardo Cáceres realizó el levantamiento de los planos definitivos. Asimismo, sobre un dibujo de César, Jesús Soto haría la maqueta del Monumento en el taller de carpintería de Vías y Obras.
La escultura está realizada con réplicas de tanques de barcos y grandes tubos de acero pintados de blanco y ensamblados entre sí, formando un llamativo conjunto de formas geométricas que se asienta sobre una sólida estructura de hormigón y hierro situada entre las piedras naturales de la Peña de Tajaste.
Destaca una gran chimenea, réplica de una similar emplazada en una casa señorial de la Villa
La idea inicial fue la de colocar tanques procedentes de barcos viejos. Sin embargo, su avanzado estado de oxidación hizo imposible soldarlos, por lo que se optó finalmente por realizar copias de los mismo. Esta tarea se encomendaría a Manuel García Negrín Meluco, el jefe de Taller de Vías y Obras. De garantizar la solidez del conjunto se ocuparía Luis Morales Padrón, el encargado general, mientras que la supervisión general correría por cuenta de Jesús Soto, el maestro artístico. Luis Morales describe así el proceso:
“Se compraron en la DISA unos tubos de acero que tenían para bombear combustible desde el muelle de Los Mármoles. Al principio, se iban a poner tanques viejos de barco, pero estaban oxidados y no pegaba ni la soldadura, así que Meluco dijo de hacerlos nuevos, iguales. Luego se le dio poliéster con fibra, como a los barcos, para que quede la forma cuando el hierro se oxide y desaparezca. Eso es muy, muy fuerte. Los tanques de hierro que puso Meluco hacían de molde. Y César le dio la conformidad”.
La Casa Museo, por su parte, está formada por una serie de edificaciones que se inspiran en la arquitectura tradicional lanzaroteña, conjugando los elementos tipológicos más característicos de las distintas zonas geográficas de la isla. En ella están presentes cubiertas a dos y cuatro aguas, chimeneas, eras, aljibes, patios, carpinterías de puertas y ventanas, muros, etc. En la plaza central destaca una gran chimenea, réplica de una similar emplazada en una casa señorial de la villa de Teguise que se reproduce formalmente pero se agiganta en su escala, en un gesto estético propio de la cultura pop. Para plasmar la idea de la chimenea, César condujo al equipo a la antigua capital de la isla y les dijo, literalmente: “Igual que ésta”. Posteriormente, Soto la midió y la Oficina Técnica la reconstruyó a la escala indicada por el artista.
También fue concebido como museo dedicado a la vida agraria de Lanzarote
Este centro también fue concebido como museo dedicado a la vida agraria de Lanzarote, albergando salas expositivas y talleres de alfarería, bordados, carpintería, aperos de labranza o utensilios domésticos, así como un pequeño restaurante para degustar la gastronomía tradicional de Lanzarote. El 21 de septiembre de 1968, el ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga, visita de nuevo la isla e inaugura el Monumento al Campesino y el Monumento a la Fecundidad.
Entre 1983 y 1991 continúan las obras en la Casa del Campesino con la adquisición de una parcela sobre la que se construye el Centro de Venta de Artesanía, una ampliación en la que no participó Manrique. Tras su muerte, se añadieron otras construcciones anexas. Estas se realizaron en el interior de una antigua cantera dedicada a la extracción de piedra y consistieron, fundamentalmente, en la creación de un nuevo restaurante coronado por dos cúpulas, un espacio para manifestaciones folclóricas, talleres de artesanía en vivo y un túnel que une ambas instalaciones.
Aunque la cultura rural de Lanzarote es el principal referente, Manrique armoniza el reconocimiento a las costumbres agrícolas y arquitectónicas de la isla con la sensibilidad estética propia de la segunda mitad del XX. La coherente conjugación de tradición y modernidad es una de las pautas que se repiten en un autor capaz de coordinar con soltura ámbitos diferentes: arte y naturaleza, intervenciones espaciales y conservación medioambiental, artes plásticas y arquitectura, turismo y ecología… Las múltiples lecturas estéticas, culturales y paisajísticas de Manrique son la consecuencia de un autor polifacético y ambicioso que llevó al límite la unión entre el arte y la vida.
[Del catálogo Universo Manrique, Centro Atlántico de Arte Moderno, CAAM, 2019]