El deporte grita: “no hace falta ser gay para rechazar la homofobia”

Deportistas de élite cuentan sus experiencias en el Yaiza Simply Love exigiendo el respeto de la sociedad a  la identidad sexual de cada persona. Víctor Gutiérrez, Mari Sánchez y André Barbuzano suplican que “todos nos convirtamos en agentes del cambio”
El deporte grita: “no hace falta ser gay para rechazar la homofobia”

El mensaje del deporte es claro y directo a la sociedad: “si no hace falta ser negro para rechazar el racismo; igual no te hace falta ser gay para rechazar la homofobia o transfobia”, palabras de Víctor Gutiérrez, waterpolista internacional con España en europeos y mundiales, que participó junto a la jugadora de balonmano, Mari  Sánchez, y el atleta crossfit y de halterofilia, André Barbuzano, en la mesa de debate ‘Visibilidad LGBTI+ en el deporte’, celebrada el pasado viernes en la Casa de la Cultura Benito Pérez Armas como parte del programa del Yaiza Simply Love, impulsado por la Concejalía de Igualdad de Yaiza que dirige Daniel Medina, festival cultural de la inclusión que mantiene actividades hasta el próximo 28 de junio.
 
Los tres deportistas destacados contaron sin tapujos el porqué tomaron la decisión de salir del armario como un grito reivindicativo de respeto a la identidad sexual de cada persona, sea o no sea deportista, aunque este espacio de reflexión moderado por Moisés Clavijo estuvo centrado en las experiencias personales de los protagonistas como miembros de la comunidad LGTBI dentro del ámbito del deporte
 
Víctor Gutiérrez es un referente en España y Europa, y aunque no se ha sentido maltratado desde que en 2016 desvelara su identidad sexual, salvo algún episodio puntual, sí que defiende en voz alta derechos y libertades pensando sobre todo en niños y jóvenes del deporte de cantera que pudieran estar sufriendo en silencio la crueldad del acoso o el insulto: “no es fácil llegar a competir como deportista de élite, de hecho, la mayoría no llega, pero sí que pienso y la sociedad debe pensar en las nuevas generaciones de  deportistas que no merecen que ni ahora ni nunca se les maltrate por ser gay o trans”.
 
André Barbuzano, que confiesa que no se sentía chica desde temprana edad, decidió operarse a los 26 años para colgarse la medalla de la felicidad. Para él ninguna medalla o mérito deportivo lo llena de tanta felicidad que sentirse feliz consigo mismo, y es por ello, que al igual que Víctor Gutiérrez reclama respeto y comprensión. “La realidad es que tuve que cambiar mi físico para que la gente me tratara masculino”.
 
Por su parte, Mari Sánchez sostiene que debe haber mayor compromiso de los agentes sociales, incluidas las administraciones públicas,  con charlas, espacios de opinión e información del sistema educativo para tratar estos temas con altura “porque en una sociedad plural  ni nosotros ni nadie debemos sentirnos raros”. Mari sin embargo subraya que en el deporte femenino se machaca mucho menos a las personas por su condición sexual, así lo ha percibido en su trayectoria deportiva.
 
Los tres coinciden es que sigue siendo muy complicado para un deportista  salir del armario y más cuando se trata de un profesional que firma contratos con clubes y empresas de publicidad o patrocinio. El revelar un  hecho que debiera ser natural “puede truncarte la carrera y es muy doloroso que se esfumen tus sueños”.
 
Los tres invitados agradecieron expresamente al Ayuntamiento presidido por Óscar Noda el interés de abrir espacios de debate como el Yaiza Simply Love porque, en palabras de Víctor Gutiérrez, “dice mucho del compromiso siendo Yaiza un municipio todavía con pocos habitantes si lo comparamos con grandes ciudades”.  Los deportistas quieren que “todos nos convirtamos en agentes del cambio”, luchan por crear espacios seguros en una sociedad que ha dado pasos en inclusión, pero que todavía tiene mucho por conseguir.

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