El Diputado del Común emprende actuación de oficio en el caso de Juan Teneria

Rafael Yanes, ha comenzado a actuar de oficio en el caso de Juan Teneria, un hombre pendiente de un desahucio del garaje en el que vive en la Calle Guardilama de Arrecife.
La oficina del Diputado del Común se ha puesto en contacto con Juan para conocer su situación de manera directa y determinar si puede darse la vulneración de derechos dadas las circunstancias personales de este vecino. Juan, tal y como informó Biosferadigital, vive en un garaje,de la calle Guardilama desde que salió del hospital, hace ahora cinco años. Allí le amputaron las dos piernas al sufrir severas complicaciones tras un shock séptico que le mantuvo en coma, inducido, durante dos meses. Percibe una pensión de 392 euros al mes lo que le da para pagar el alquiler de 230 euros, la luz, el agua y poco más.
En la actuación de oficio que se ha iniciado, el Diputado del Común tiene previsto ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Arrecife y el departamento de Servicios Sociales para ver si se tiene conocimiento de la situación de Tenería. Por otro lado , tambén está previsto contactar con el Instituto Canario de la Vivienda con el mismo propósito y “ver si se contempla su inclusión en alguna de las listas de espera o se propone alguna alternativa habitacional”
Finalmente y en un corto espacio de tiempo, dadas las circunstancias apremiantes que impone el proceso de desahucio, el burofax que recibió Juan le da de plazo hasta finales de mes para dejar libre el garaje, la oficina del Diputado del Común hará una recomendación a las administraciones públicas para velar por los derechos de este ciudadano.
Cabe recordar que en varias ocasiones las actuaciones del Diputado del Común han dado lugar a la paralización judicial del desahucio, tal y como ocurrió en Los Llanos de Aridane en el caso de una mujer con dos hijos que finalmente pudo permanecer en su vivienda
La situación de Juan Tenería ya de por sí delicada, se agravó más al recibir el burofax que le da de plazo hasta finales de mes para dejar libre el garaje. El arrendador que firmó con Juan ha muerto y sus herederos quieren vender el edificio. Frente a esta realidad, el pánico a lo que pueda pasar el próximo mes. Juan está convencido, de que no hay nada en alquiler que pueda pagar con su pensión y que, además, le permita comer y pagar otros gastos.